GALERÍA NACIONAL DE CANADÁ

La arquitectura y la riqueza de las colecciones son impresionantes. El arquitecto Moshe Safdie ha diseñado un magnífico museo que deja filtrar la luz del día y ofrece zonas de descanso. Los visitantes pueden disfrutar de la paz del claustro, el atrio y los diversos jardines, o del silencio del jardín de la Capilla Rideau, que ofrece un bello ejemplo del arte decorativo religioso canadiense. Pero tampoco debe perderse los alrededores del museo, que albergan diversas obras de arte e instalaciones, como la araña gigante "Maman" de Louise Bourgeois, los distintos jardines diseñados por Cornelia Hahn Oberlander (el jardín de invierno, el jardín de la taiga, etc.), la escultura aborigen "Los tres centinelas" de Jim Hart, o la instalación "Majestic" de Michel de Broin.

Inaugurada en mayo de 1988, la Galería Nacional de Canadá cuenta con más de 75.000 obras de arte en 12.400 metros cuadrados de espacio expositivo, agrupadas en seis áreas distintas, cada una con su propio estilo arquitectónico: arte canadiense; arte europeo, americano y asiático; formas aborígenes y descolonización; arte contemporáneo (incluidos vídeos); dibujos y grabados; y fotografía. También hace un recorrido por la historia del arte canadiense, recordando la obra del Grupo de los Siete, Alfred Pellan, Jean-Paul Lemieux y Paul-Emile Borduas. Tanto la sala del Grupo de los Siete como la de Emily Carr son absolutamente cautivadoras. La Galería de Arte Indígena y las colecciones de obras americanas y europeas son igualmente notables. De Rembrandt a Monet, pasando por Emily Carr y Riopelle. Pregunte por los diversos talleres y charlas que se ofrecen cada día como parte del programa de actividades. La librería está bien surtida de obras de los mejores fotógrafos de arte y documentales de Canadá.

En junio de 2017, el museo inauguró una nueva sala de arte canadiense en la que se combina arte aborigen y no aborigen. A principios de 2018, la Galería también desarrolló su Fred and Elizabeth Fountain Garden, ubicado en las galerías de Arte Canadiense y Aborigen. La arquitecta paisajista Cornelia Hahn Oberlander se encargó de crear "un espacio contemplativo que evoca los paisajes emblemáticos del Escudo Canadiense". Esté atento a la reinvención de las colecciones que se está llevando a cabo en el museo.