LA CASA DEL CONTRABANDISTA

Restaurante de estilo quebequés que ofrece una animada velada con una visita guiada, asadores y música animada.

Construido en 1860, fue desmontado y reconstruido en el interior en 1933 por un caballero de Pensilvania. Fue en una época en la que el consumo de alcohol estaba prohibido por la iglesia y la prohibición reinaba en Estados Unidos. Para frustrar a los miembros más fuertes de la brigada antivicio, modificó la accesibilidad de las distintas salas y creó un auténtico laberinto. Fotografías y periódicos de los años 30 se alinean en los pasillos; bares camuflados, la firma de Elvis Presley y muchas otras curiosidades adornan el recinto. El visitante quedará asombrado por esta colorida casa, llena de puertas secretas, bares camuflados y habitaciones privadas, todo ello conectado por los estrechos pasillos de un asombroso laberinto. En el ático, creó un club clandestino, el Club des Monts, donde se reúnen los notables. Hoy es un restaurante donde se ofrece una animada velada que consiste en una visita guiada, delicias de asador (suculentas piezas de carne cocinadas en su foso de carbón de arce aromatizado con virutas de nogal) y música embriagadora. Por si fuera poco, hay una serie de productos caseros disponibles en el lugar y en muchos puntos de venta. Sólo queda aprovechar su alojamiento "Boot & Bed" en el corazón del pueblo (servicio de transporte incluido), situado en el antiguo presbiterio completamente renovado y convertido en casa de turismo. Un concepto único y una visita obligada en la región de Charlevoix