Guía de viaje Oyo

La famosa ciudad de Oyo, bastión del Presidente Denis Sassou-Nguesso, es objeto de sentimientos contradictorios en el Congo: desconfianza y envidia. Desde el momento en que se pone un pie en la ciudad, incluso antes de que pare el autobús, se puede sentir que aquí está pasando algo. Las carreteras son buenas, los obreros se afanan en las grandes obras: la nueva subprefectura, el nuevo ayuntamiento, el nuevo tribunal supremo, que parecen palacios, el nuevo hospital, del que se dice que es el mejor de África Central, el nuevo gran hotel en las afueras de la ciudad, el nuevo puerto, la nueva comisaría, el nuevo mercado, etcétera. Estas infraestructuras, construidas en parte por empresas chinas, se suman a las villas existentes, las del Presidente, su familia y sus invitados, que, desde detrás de sus altos muros perimetrales pintados de blanco, parecen híbridos de complejos hoteleros y fincas nobiliarias.Oyo es inequívocamente la voluntad de un hombre, eficazmente retransmitida, la afirmación del Norte como nuevo polo económico, el Congo de los proyectos de construcción llevados a cabo a toda velocidad. Estructuralmente y en términos de equipamientos, la ciudad está un paso por delante de otras ciudades congoleñas.Oyo es un sueño de desarrollo que tiene la ventaja de existir. También es una hermosa ciudad en la orilla derecha del Alima, un importante centro comercial donde el pescado seco descargado de las piraguas se embarca rápidamente junto con cerdos y bidones de vino de palma camino de Brazzaville, una ciudad donde los espacios públicos y privados se entrelazan. Oyo bien merece una parada.