VOLCÁN VILLARRICA
Este magnífico pero amenazador estratovolcán se eleva a 2.874 metros de altitud y es uno de los más activos del país.
Perfora el horizonte desde la cima de sus 2.874 metros. Tan bello como amenazador, este volcán es uno de los más activos del país y es uno de los tres volcanes más grandes de los Andes. Es un estratovolcán: su cono se formó en capas sucesivas a medida que hacía erupción, acumulaba flujos de lava y se enfriaba. Su última erupción, en marzo de 2015, generó lava y cenizas a más de tres kilómetros de altura. Miles de personas han sido evacuadas. Una excursión requiere una condición física bastante buena (parte del camino puede estar congelado) y especialmente los servicios de un guía. El paisaje es suntuoso. Al llegar a la cima, la vista del cráter lleno de lava recompensa sus esfuerzos cien veces. Sin embargo, en el momento de redactar el presente informe, la Oficina Nacional de Emergencias ha emitido una alerta amarilla tras la confirmación del aumento de la actividad volcánica, y el acceso está restringido a 50 m del cráter.
Es un viaje de un día. Normalmente salimos alrededor de las 7 de la mañana, llegamos a la estación de Conaf, y luego a una telesilla, que podemos tomar o no (dentro de los 5.000 dólares). Entonces espera un ascenso de cuatro horas. Volvemos alrededor de las 4 de la tarde, y algunas agencias (como Aguaventura) te dan la bienvenida con una pequeña olla (cerveza, etc.) para revivir tus emociones, compartir un momento agradable entre los excursionistas, o contar tus últimos sustos.
En invierno (desde mediados de junio hasta principios de octubre), las laderas del volcán se transforman en una estación de esquí.