PARADISE GUEST-HOUSE

Situado a 2 km de la estación de tren, este hotel es muy popular entre los occidentales que buscan un poco de tranquilidad en esta ruidosa ciudad. Las habitaciones son relativamente limpias y agradables, aunque un poco básicas. Los del ala más nueva, la de arriba, son la mejor opción. Si tiene suerte, su habitación puede tener vistas a un patio interior. El servicio es cortés. El propietario no oculta su fe religiosa: retratos de la Virgen María y de la Madre Teresa adornan la recepción y hay Biblias en todas las habitaciones.