TEMPLO HOYSALESWARA

De aspecto macizo y compacto, el templo Hoysaleswara, también conocido como templo Halebeedu, es uno de los más bellos del país. Situado sobre una plataforma de piedra a pocos escalones de altura, en realidad consta de dos "templos gemelos" de tamaño y estructura similares. Uno está dedicado a Hoysaleswara, el rey, y el otro a Shantaleswara, la reina. Es único por la riqueza de los frisos bellamente tallados que adornan sus muros exteriores, para los que se necesitaron los conocimientos de un orfebre. No existe otro equivalente de este logro artístico en ningún otro lugar del país. El templo comenzó a construirse en 1121, como atestigua una estela hallada en las cercanías, y se terminó 80 años después. Está dedicado a Shiva, pero también incluye elementos dedicados a Vishnu y Shakti.

El contexto. Como su nombre indica, el templo rinde homenaje a la dinastía Hoysala, que gobernó entre los siglos ^X y ^XIV un imperio que se corresponde aproximadamente con los contornos actuales de Karnataka. El templo se construyó durante el reinado de Vishnuvardhana, al mismo tiempo que Belur. Curiosamente, rinde homenaje al linaje de los soberanos, aunque al parecer fue financiado por una secta de Shiva, muy poderosa en Halebid en aquella época. Esto puede explicarse por el hecho de que Vishnuvardhana se había convertido al hinduismo al acceder al trono -era jainista- y los ciudadanos de la capital del imperio Hoysala, Halebid en aquella época, querían celebrar la ocasión. Sea como fuere, la dinastía dejó su huella en la historia del sur de la India al promover las artes, la arquitectura y el desarrollo de la religión hindú. A principios del siglo ^XIV, Halebid fue saqueada por los invasores musulmanes del norte. El templo cayó en el abandono y la ruina parcial.

Exterior. El templo es en realidad doble, pues consta de dos estructuras independientes unidas por dos santuarios. El primero está dedicado a Shiva y al rey(hoysaleswara) y el segundo a Parvati y a la reina(shantaleswara). El juego de salientes y huecos en los muros confiere al templo un aspecto arquitectónico complejo. El templo está situado sobre una jagati (plataforma), una fantasía en boga en la época. Los muros están coronados por dos cornisas, una en la intersección del muro con el tejado y la otra un metro más abajo. Entre ambas cornisas se han esculpido una serie de edículos o minisantuarios. A partir de la base, ocho series de frisos superpuestos recorren los 200 metros de fachada. El más bajo representa elefantes embistiendo, que representan la fuerza y la estabilidad. Arriba, el friso de leones representa el coraje. El friso de caballos, que simboliza la velocidad, está enmarcado por frisos florales decorativos. El sexto friso evoca los relatos épicos del hinduismo, combinando el Mahâbâratha, el Râmâyana y el Bhagavad Gîtâ. Las escenas se intercalan con diversas representaciones inconexas. El friso superior representa makara, animales mitológicos mitad mamíferos, mitad peces. Finalmente, el octavo y último friso representa cisnes, símbolo de la elevación del conocimiento a los cielos. Entre los frisos y la cornisa inferior, las esculturas principales suman 240. La "lectura" comienza en la entrada sur del templo, con un Ganesh danzante a la izquierda de la puerta. El recorrido termina con otra estatua de Ganesh, el dios elefante. No se pierda los dinteles de las puertas sur y este, que presentan algunos de los mejores frescos esculpidos del templo. Por último, si le apetece, puede divertirse comparando los animales de los frisos, y comprobar que no hay dos idénticos.

El interior. Mucho más desnudo y sobrio, el interior del templo tiene una forma totalmente clásica. El templo tiene cuatro entradas, una al norte (la actual entrada principal), una al sur y dos al este. El acceso al templo se realizaba por el este, como demuestra la mandapa (sala) que precede a cada uno de los santuarios. Los dos templos están unidos por la mandapa, lo que da la impresión de una inmensa sala. Los techos están sostenidos por una doble hilera de pilares torneados que rodean el templo de norte a sur. Estos pilares macizos soportaban también el peso de la vimana (torre sobre el santuario), hoy desaparecida. Sólo los pilares están decorados, y más concretamente los capiteles de los cuatro pilares que dan a cada uno de los santuarios. Están decorados con madanika, jóvenes vírgenes. Cada uno de los santuarios alberga un lingam, la representación simbólica del dios Shiva.

Pabellones. Cada una de las entradas orientales está precedida por un pabellón construido sobre el jagati. Albergan un nandi, el vehículo sagrado del buey de Shiva.

El pilar Garuda. Plantado en el emplazamiento del templo, al sur del mismo, este pilar es extremadamente raro. Los garudas eran guardaespaldas dedicados en cuerpo y alma al rey y a la reina. Viajaban con la corte real y estaban obligados a suicidarse a la muerte de su señor. Este pilar representa a héroes con cuchillos que se cortan la cabeza. La inscripción de Kannara rinde homenaje a Kuruva Lakshma, el garuda del rey Veera Ballala II. Mató a su esposa y a sus guardaespaldas y se suicidó cuando murió su señor.

Museo arqueológico. Se puede visitar este pequeño museo adyacente al templo, que presenta algunas esculturas muy bellas de los siglos ^XII y ^XIII encontradas en la zona de Halebid.