PARQUE NACIONAL KEOLADEO GHANA

Incluso si no es un observador de aves, disfrutará del hermoso paseo por esta reserva de 29 km². Una carretera principal atravesada por caminos de tierra recorre una serie de estanques y bosquecillos. Las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde son las mejores para fotografiar. Sólo se permiten las bicicletas alquiladas en la entrada del parque, pero están mal mantenidas.

El maharajá Suraj Mal hizo construir estos estanques en el siglo XVIII como reserva de caza. Los patos y otras aves migratorias solían acudir a estas tierras. Los anales de Bharatpur todavía mencionan la triste carnicería. En 1921, el Duque de Windsor mató a 1.560 patos en tres horas. En 1938, el virrey Linlithgow batió todos los récords: ¡4.273 cadáveres en un día!

No fue hasta 1982 cuando la reserva se transformó en parque nacional. Hoy en día, la caza está, por supuesto, prohibida. Algunas especies migratorias están en peligro, como la grulla siberiana. El parque está lleno de vida durante todo el año, pero es en invierno cuando tiene más residentes: cigüeñas, pavos reales, grullas, pelícanos, cormoranes, garzas, ibis, patos, gansos salvajes, etc. Hay nada menos que 375 especies diferentes en Keoladeo. Algunos de ellos, como las cigüeñas y los cormoranes, eligen el parque para criar. Ocupan los mismos nidos cada año durante tres años, los reparan pacientemente antes de poner los huevos y los incuban después de cada monzón. Hay que ver cómo se desmoronan los árboles bajo el peso de los pájaros y escuchar el ensordecedor estruendo de los polluelos y sus madres después de salir del cascarón. Las aves proceden de regiones frías como Siberia, Tíbet, Ladakh y Mongolia. En el parque hay unas 200 especies de aves migratorias locales y unas 100 extranjeras. Cerca de 78 especies diferentes viven en el parque durante todo el año. Cada especie encuentra curiosamente su propio barrio de un año a otro. La reserva también cuenta con ciervos (gamo, sambar), antílopes, chacales y monitores.

Tras varios años de sequía, que desgraciadamente provocó que algunas aves no se posaran en el parque, se emprendió un intenso trabajo. El parque está ahora conectado a un canal que mantiene un nivel de agua suficiente durante todo el año. Este trabajo ha permitido salvar los 11 km² de marismas que constituyen un ecosistema único en la India.