FORTALEZA DE JUANAGARH

En el siglo XVI, la alianza con el emperador Akbar mantuvo a Bikaner a salvo de conflictos. Sin embargo, el maharajá Rai Singh (que reinó entre 1571 y 1611) hizo construir este magnífico fuerte con el botín de sus campañas al mando de los ejércitos imperiales. Construida en una llanura difícil de defender y no en una colina como las demás fortalezas principales de Rajput (Jodhpur, Jaisalmer, Chittorgarh, etc.), la obra se reforzó con 37 baluartes. Las obras comenzaron en 1589 y tardaron 5 años en completarse. En aquella época, era habitual que los maharajás hicieran construir un nuevo palacio, más moderno y lujoso que el anterior. Un tercer palacio, Lalgarh, fue construido por la familia real a principios del siglo XX. No queda mucho del anterior fuerte, que se levantaba cerca del templo de Laxmi Narayan y del que aún se pueden ver algunos vestigios. El fuerte de Junagarh ocupa más de 5 hectáreas, en el centro de la actual ciudad de Bikaner. Aunque en el momento de su construcción no había nada, pronto se desarrolló una nueva ciudad alrededor de las dependencias reales. El principal interés de la visita reside en la riqueza de los palacios, edificios y salones decorados de forma lujosa a lo largo de los siglos.

Después de atravesar la impresionante muralla roja de un kilómetro de longitud, pasará por otras dos puertas, Daulat Pol y Suraj Pol. Junto a Daulat Pol, se pueden ver bajorrelieves de manos en la fachada. Simbolizan y rinden homenaje a las mujeres que cometieron sati. Las esposas se unían a sus maridos caídos en la muerte arrojándose a su pira. Esta práctica del sati, muy común en Rajastán, está afortunadamente prohibida desde 1987. La puerta de Suraj Pol está custodiada por las estatuas de dos guerreros Rathore, Jaimal y Patta, que murieron mientras defendían heroicamente la fortaleza de Chittorgarh contra las tropas mogoles en 1568. Los patios entre las puertas contienen pequeños templos dedicados a diferentes deidades: Kalka, Ganesh o Devi dwara, la Madre Naturaleza. Tras pasar por un último porche, se sale a una gran explanada. La puerta de entrada está a su izquierda, detrás de las cortinas metálicas colocadas para evitar la entrada de pájaros. A continuación, hay que subir una estrecha rampa que conduce al primer patio del palacio.

En elcentro del primer patio, una pequeña pila de mármol blanco proporcionaba un poco de frescor a la familia real. Pues una de las grandes preocupaciones de los soberanos era protegerse del sol, un enemigo implacable. Obsérvese el pequeño fresco pintado en la parte superior de la pared a la derecha del patio: cuando el tren de vapor llegó al desierto, parece haber sido una gran inspiración para los artistas locales. El diwan-i-khas (Salón de Audiencias Privadas), construido en 1631 por el maharajá Karan Singh, destaca por su dorado. Los gobernantes solían recibir aquí a sus distinguidos invitados. Pero es la siguiente sala, Anup Mahal, la más hermosa del fuerte.

Iniciado bajo el mandato de Karan Singh y completado por su sucesor Anup Singh, brilla con dorados y mosaicos de azulejos y espejos de colores. Era la sala de coronación de los maharajás, y todavía puede verse aquí un trono real ricamente decorado.

Tras pasar por el Badal Mahal (Palacio de las Nubes), con sus paredes totalmente pintadas con nubes (¿tal vez para liberar algo de frescor?) y escenas de lluvia, se llega al templo de Hanuman, el líder del ejército de monos en el Ramayana. Contiene las famosas tablas de clavos queridas por todos los faquires. Las siguientes habitaciones, Gaj Mandir, eran los aposentos del gobernante -y de la reina- y están profusamente decoradas con dorados, espejos, madera de sándalo e incrustaciones de marfil. Desde la terraza adyacente, se tiene una hermosa vista de todo el fuerte y de la ciudad. El Hawa Mahal (Palacio de los Vientos), en la planta superior, era utilizado como refugio por los maharajás durante las olas de calor. Una polea permitía a un sirviente, colocado en el exterior, hacer funcionar un enorme ventilador para la comodidad del príncipe (y quizás de alguna princesa...).

Ganga Singh hizo que la parte más reciente del fuerte, Ganga Niwas, se convirtiera en un opulento darbar (salón de recepciones). Alberga magníficas colecciones de armas, fotografías amarillentas (una de las cuales muestra a Georges Clemenceau en una cacería de tigres) y objetos personales del maharajá. Admire también el techo de madera: obra de artesanos venidos especialmente de Afganistán. Por último, la siguiente sala guarda una sorpresa: un avión monoplaza, probablemente uno de los primeros en sobrevolar la India, ofrecido por el gobierno británico a Ganga Singh.

Otros dos salones, el Phool Mahal (Palacio de las Flores) y el Chandra Mahal (Palacio de la Luna), suelen estar cerrados a los visitantes. Pero por unas pocas rupias más, el guía puede mostrarte los alrededores. Decoradas con muchos espejos, también tienen murales y una estatua del dios del sol, Surya, antepasado mítico del dios Rama y de la dinastía Rathore.

Centro Cultural y Museo de Prachina, en el interior del fuerte. Abierto todos los días de 9 a 18 horas. Entrada: 50 rupias y 20 rupias por una cámara fotográfica, 75 rupias por una cámara de vídeo (Tel: +91 151 252 5609). Este pequeño museo, situado en un anexo del palacio, cuenta con una interesante colección de trajes, vajillas, murales, carruajes y otros pequeños objetos. También hay un pequeño restaurante en el lugar.