TEMPLOS

Muchos de los templos de Pushkar fueron reconstruidos en los siglos XVIII y XIX, por lo que su interés arquitectónico es limitado. Los templos anteriores fueron destruidos por el emperador mogol Aurangzeb, conocido por su celo e intolerancia religiosa hacia los hindúes. Sería difícil presentarlos todos aquí, ya que son muy numerosos. Plantados en lo alto de una explanada, ocultos tras una fachada anónima, perdidos en las calles recónditas de la ciudad, pequeños santuarios íntimos, están absolutamente por todas partes. Una cosa es cierta, pocos dioses han sido olvidados. Durante su visita, observará que en la mayoría de los templos hay una "caja de donaciones ", un concepto inseparable del principio de la verdadera devoción.

Se dice queel templo de Brahma, situado en el extremo occidental del lago, es el único santuario que sigue dedicado al dios creador del universo (aún existe uno en Khajuraho, en Madhya Pradesh, pero ya no se dedica al culto). A diferencia de Shiva y Vishnu, los otros dos dioses de la Trinidad hindú, Brahma no ha atraído mucha devoción. Unas escaleras de mármol blanco conducen a este templo de tamaño más bien modesto. En el patio, un santuario contiene una estatua de cuatro cabezas de Brahma, símbolo de la omnisciencia divina.

Volviendo al centro de la ciudad, se puede visitar el pequeño templo de Radha y Krishna en un agradable haveli (en la calle del Hotel Paramount) con murales. En un callejón junto a la oficina de correos, el templo de Varaha, la encarnación de Vishnu en forma de jabalí, fue reconstruido en el siglo XVIII por Jai Singh II. Deteriorado por las capas de pintura, ha perdido su encanto original. Dedicado a Vishnu, el templo Purani Rangji (en la calle que lleva a la estación de autobuses) tiene algunos murales en su exterior. El acceso está prohibido a los no hindúes. Por último, en el extremo oriental de la ciudad (frente a la calle que lleva al hotel Pushkar Palace), visite el templo Rama Vaikunth, dedicado a Rama. El gopuram, la torre tallada por la que se accede al recinto del templo, recuerda a los santuarios del sur de la India. La entrada está prohibida a los no hindúes.

Seguramente se habrá fijado en los dos pequeños templos que dominan la ciudad, construidos en dos colinas enfrentadas: uno está dedicado a la esposa de Brahma, Savitri; el otro a Gayatri, su rival. Se puede llegar a ellos a pie, la caminata dura una buena hora. Cada uno de ellos ofrece una magnífica vista de Pushkar y su lago.