PIRAMAL HAVELI

Lejos de los caminos trillados, este establecimiento es propicio para la relajación. El edificio de principios del siglo XX fue construido por un rico comerciante que hizo su fortuna en Bombay. El alojamiento es una mezcla de estilos rajastaní y colonial. Las ocho habitaciones tienen cierto encanto a pesar de la decoración algo anticuada. El conjunto es cómodo pero todavía un poco caro. El hotel está gestionado por la cadena Neemrana, especializada en propiedades históricas, y es una garantía de calidad. Está un poco lejos de Jhunjhunu, pero sigue siendo la mejor opción de la zona.