Guía de viaje Zagora

Zagora está situada al borde del exuberante valle del Drâa, en la ruta de las caravanas hacia Tombuctú. Su riqueza y diversidad son aún poco conocidas y el territorio conserva suntuosos paisajes. Su patrimonio arquitectónico no se queda atrás, una invitación a viajar en el tiempo, entre kasbahs y ksour, y nos cuenta la historia de una región en la encrucijada de culturas. Es la última ciudad antes del desierto y las dunas de Tinfou, a unos veinte kilómetros. Desde aquí se abren muchas posibilidades; la región está llena de grabados rupestres, aún bien conservados. Aunque la ciudad sirvió de centro administrativo durante el protectorado, el oasis ha estado habitado durante mucho tiempo. Los almorávides ya estaban presentes allí en el siglo XI , como demuestran los restos de una fortaleza en la cima de Jebel Zagora. También es la cuna del poder saadí que, en el siglo XVII , se extendió por el Sous, Marruecos, y luego llegó a Tombuctú. Así pues, la ciudad siempre ha desempeñado un papel en la historia de Marruecos, y hoy en día su rápido desarrollo ha llevado a la creación de un distrito administrativo. La ciudad tiene muchos atractivos para el viajero, ya que es ante todo la puerta de entrada al desierto y a las excursiones al Sur profundo. Desde 2009, se desarrolla a gran velocidad y lleva a cabo un proyecto de urbanización a lo largo del oued Draâ, eje principal que estructura la ciudad. En dirección a M'Hamid, encontrará la zona hotelera, con cómodos alojamientos.