Guía de viaje Gargantas Del Dadès

Las gargantas del Dades son más salvajes que las del Todra, víctimas de su éxito. Si tiene que elegir, apueste sin dudarlo por las gargantas del Dades. Parten de Boumalne, donde el río Dades cruza la N10 en dirección a Tinghir. El camino a las gargantas lleva una buena hora en coche. Primero se atraviesa el centro de la Zaouïa el-Bhir y después Tiyilt. A continuación, cruzará a su izquierda una antigua kasbah de los Glaoui. El relieve se eleva a medida que se avanza por las gargantas, y la carretera se hace cada vez más escarpada, dominando el Dades. Las gargantas han conservado todo su carácter tradicional y, a pesar del desarrollo del turismo, la carretera que conduce de Boumalne a las gargantas está muy habitada. A continuación, se llega al pie de un acantilado, que un empinado camino permite escalar. Este es el verdadero comienzo del desfiladero. La vista desde lo alto del acantilado sobre el valle es extraordinaria. Al atardecer, el sol entra a raudales y la inunda de una luz mágica. A continuación, la carretera desciende suavemente hasta la parte más impresionante de las gargantas. A cada lado del uadi, los acantilados se acercan cada vez más, dejando sólo un tenue hilo de luz. Al fondo de las gargantas, sólo hay espacio para el lecho del Dades y un pequeño camino de cemento que permite continuar por la carretera para disfrutar de este grandioso espectáculo. Al pasar por este desfiladero tendrá la impresión de que la montaña va a tragarse el coche pero, al otro extremo, un valle acogedor se ofrecerá a sus ojos.