Desde la época de Guillermo el Conquistador hasta nuestros días, en el corazón de la Normandía reunificada, Caen alberga la sede del Consejo Regional (Rouen es la capital). Ciudad dinámica en la que abundan los espacios culturales y los festivales, ciudad estudiantil endiabladamente animada los jueves por la noche, ciudad gastronómica con innumerables restaurantes, ciudad arquitectónica en la que conviven la Edad Media y la época de la Reconstrucción, ciudad histórica que vivió la conquista de Normandía y las horas oscuras de los bombardeos y la ocupación, Caen es sorprendente. Es una buena idea para una escapada cuando el tiempo es bueno y puedes alejarte de todo.

Abadías, castillo ducal y Memorial, hermosas visitas en perspectiva

En Caen no faltan las visitas culturales En primer lugar, hay dos suntuosas abadías, entre las más grandes de Francia. La Abbaye aux Hommes se compone de dos partes, los edificios conventuales y la iglesia abacial de Saint-Etienne. Esta abadía fue fundada en 1063 por Guillermo el Conquistador, entonces duque de Normandía, para albergar a benedictinos. El lugar es absolutamente ineludible, ya que se trata del Ayuntamiento de Caen, que ocupa los edificios monásticos desde 1965. La sala de los guardias, la parte más antigua de los edificios, alberga el consejo municipal, mientras que las bodas se celebran en la sala capitular. La Abadía de las Damas fue construida en 1060 por Dom Guillaume de la Tremblaye. Al igual que su homóloga masculina, la Abadía de los Hombres, fue fundada por Matilde y puesta bajo la regla de San Benito. El complejo consta de una iglesia abacial, obra maestra del arte románico normando, la iglesia de la Trinidad, terminada en el siglo XII, y de edificios conventuales reconstruidos en el siglo XVIII. Después de haber albergado soldados, un depósito de mendigos, un Hôtel-Dieu y un hospicio, la Abadía de las Damas es la sede del Consejo Regional de la Baja Normandía desde 1983 y de la nueva región de Normandía desde 2016. Además, no se pierda la visita a la cripta de Saint-Nicolas-sous-Terre, bellamente conservada y única capilla subterránea de Caen.

Pero si hay algo que no debe perderse en Caen, es el castillo. Es difícil pasar por alto, está entronizado en el centro de la ciudad, testigo privilegiado de varios siglos de historia. Fue Guillermo el Conquistador quien la hizo construir a mediados del siglo XI. Construida sobre una roca a apenas 30 metros sobre el nivel del mar, dominaba los dos valles que abastecían de agua a la ciudad en 1060. Gracias a este escarpado, el castillo contaba con una fortificación natural al este. Es simplemente uno de los mayores recintos castrales de Europa y sus zanjas nunca han contenido agua, ya que son lo suficientemente profundas. En el interior, se puede visitar el Logis du Gouverneur, que ahora alberga el Museo de Normandía. Hoy en día, una gran parte de las murallas es también accesible al público, ofreciendo una magnífica vista de la ciudad. Las murallas contienen un parque con esculturas, el Museo de Bellas Artes, el Museo de Normandía y exposiciones temporales en el Exchequer y las salas de la muralla. El Jardin des Simples, actualmente en proceso de remodelación, es un mundo propio en el corazón de la ciudad.

Por último, antes o después de una visita a las playas del desembarco del Día D, el Memorial es una visita ineludible, un lugar imprescindible para el turismo de recuerdo en Normandía. Entre sus muros, se puede ver un panorama de la historia desde 1918 hasta nuestros días, que, por desgracia, nos lleva a la Segunda Guerra Mundial, sus orígenes y sus etapas: la batalla de Normandía, el avance de las fuerzas aliadas en Francia, la historia de la Shoah, la vida cotidiana bajo la ocupación de la Alemania nazi... Pero el recorrido histórico también se enriquece con información detallada sobre la Guerra Fría, la caída del Muro de Berlín y una reflexión sobre la paz y la fragilidad de los derechos humanos.

Caen, la ciudad de los 100 campanarios

Caen ha sido apodada la ciudad de los 100 campanarios, por lo que le llevará algún tiempo visitar todas sus iglesias. Mientras tanto, aquí tiene una muestra de los edificios más destacados de Caen. La iglesia de Notre-Dame-de-Froide-Rue, en la plaza Pierre-Bouchard, construida entre los siglos XIV y XVI, es digna de ver por su pórtico con un portal flamígero del siglo XV, por su escalera, pero también y sobre todo por sus dos naves, que tienen la particularidad de comunicarse entre sí.

La iglesia de Notre-Dame-de-la-Gloriette, en la calle Saint-Laurent, fue construida por los jesuitas a finales del siglo XVII, y cuenta con el mobiliario más rico de todas las iglesias de la ciudad.

La iglesia de Saint-Etienne-le-Vieux, calle Arcisse-de-Caumont, ha sufrido, pero saca de su dolorosa historia su belleza actual. Conserva su hermosa torre de linterna octogonal del siglo XV, así como una enigmática estatua, que representaría al emperador Constantino.

La iglesia de Saint-Jean, rue Saint-Jean, de estilo gótico flamígero, es impresionante

La iglesia de Saint-Julien, en la calle Malfilâtre, de arquitectura particularmente moderna, fue construida según los planos de Henry Bernard entre 1954 y 1959

La iglesia de Saint-Michel de Vaucelles, en la calle de Branville, situada en lo alto de una pequeña colina, fue construida en el siglo XII en estilo románico. La iglesia fue rediseñada en el siglo XVI. Del monumento original sólo quedan la torre lateral y la nave.

La iglesia de Saint-Nicolas, en la calle del mismo nombre, fue construida por los monjes de la Abbaye aux Hommes. Es una de las pocas iglesias que han sobrevivido a los siglos sin sufrir grandes alteraciones. Es un notable ejemplo de arquitectura religiosa románica en Normandía.

La iglesia Saint-Pierre, en la calle Saint-Pierre, es uno de los edificios religiosos más conocidos de Caen. Su campanario, construido en el siglo XIV (casi 80 m de altura), es soberbio.

La iglesia de Saint-Sauveur du Marché fue construida en varias etapas, como la mayoría de sus hermanas. La nave, de estilo gótico flamígero, y el coro, de estilo renacentista, datan de finales del siglo XV. En definitiva, hermosas visitas en perspectiva antes de ir a disfrutar de las terrazas. ¿Qué serían unas vacaciones normandas sin sus famosas especialidades gastronómicas?

Información útil

¿Cuándo visitarlo? Evidentemente, se puede visitar Caen durante todo el año, aunque la llegada del buen tiempo es obviamente más agradable

Cómo llegar. En avión (aeropuerto de Caen-Carpiquet a 9 km de la ciudad), en tren (conexión París Saint-Lazare-Caen en 2 horas en la línea París-Cherburgo) o en coche (a unos 240 km de París), todo es posible

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