HOTEL STARI GRAD

Particularmente bien ubicado, en una casa de estilo otomano en pleno centro de la ciudad fortificada, este pequeño hotel debería mejorar algunos elementos: un personal no siempre muy acogedor, habitaciones un poco estrechas y un restaurante del que se puede prescindir (bonita sala, eso sí, instalada sobre antiguos baños de 600 años). Sin embargo, en conjunto está limpio y adecuado a la vista de los criterios locales (wifi, aire acondicionado, baño correcto). Además, el mismo equipo gestiona el camping situado junto a los molinos de los lagos del Pliva y una pequeña agencia turística. Dado el número de habitaciones y de plazas de aparcamiento limitado, se recomienda reservar.