NECRÓPOLIS RADIMLJA (NEKROPOLA RADIMLJA)

Es el más famoso y visitado de los sitios que cuentan con stećci; aquí el número es de 133. Por otra parte, figura en primera posición en la lista de 28 necrópolis medievales de los Balcanes (22 en Bosnia y Herzegovina) declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2016. Lo que la hace tan atractiva, y de pago, es su facilidad de acceso y la riqueza casi sin igual de las decoraciones que encontramos. Llama la atención un motivo en particular: «el hombre con la mano alzada», uno de los grandes iconos del turismo bosnio, junto con el puente Viejo de Móstar.

Historia

El lugar se inscribe en un espacio caracterizado por la presencia de varios lugares de sepultura: una necrópolis iliria bajo los muros de la antigua ciudad de Daorson, un cementerio ortodoxo serbio junto a la iglesia de San Pedro y San Pablo, en la aldea de Ošanjići, donde se encuentra la tumba, más reciente, del rabino Moshe Danon.

Una ilustre familia – La mayoría de las lápidas de Radimlja datan de los años 1380-1500, como demuestra un epitafio que menciona a Radoje Hrabren-Miloradović. Los hombres de esta familia eran los voivodas (jefes militares) del territorio entre Stolac y Móstar. Sus descendientes se encontraron tanto en Ragusa (Dubrovnik), en el patio de los sultanes, como en los palacios de Viena y San Petersburgo. En principio, los Hrabren-Miloradović eran ortodoxos y pertenecían a la etnia arumana, antiguo pueblo balcánico de lengua latina que vivía del comercio y de la trashumancia de grandes rebaños de ganado caprino hasta Grecia.

Un cementerio multiconfesional – A la vista de las fuentes, Radimlja es considerado como el cementerio familiar de los Hrabren-Miloradović. Esto nos proporciona información sobre la cultura de las stećci, a menudo llamadas, erróneamente, lápidas bogomilas. De hecho, el uso de las stećci estaba extendido entre los diversos componentes de la sociedad bosnia de la Edad Media tardía, tanto entre los miembros de la Iglesia de Bosnia (bogomilos) como entre los católicos y los ortodoxos eslavos
o arumanos.
La datación del sitio coincide también con el apogeo de los arumanos en Bosnia. Un texto indica que Radosav Hrabren, el último vaivoda de Stolac, fue enterrado aquí en 1381. Después, entre 1386 y 1456, la región pasó a estar bajo control otomano. La mayoría de los arumanos de Herzegovina se convierten rápidamente al islam y la necrópolis de Radimlja fue abandonada.

Una carretera destructiva – Abandonadas a partir de principios del siglo XVI, las lápidas fueron respetadas por las generaciones siguientes, o cuando menos se conservaron intactas. Pero, en 1882, las autoridades austrohúngaras decidieron construir una nueva carretera entre Stolac y Čapljina. Esta atravesaba totalmente la necrópolis. Una veintena de lápidas sirvieron de material de construcción, mientras que otras once quedaron aisladas al norte de la carretera. A partir de la década de 1950, el emplazamiento fue objeto de las primeras investigaciones y medidas conservadoras, antes de situarse bajo la protección de la Unesco en 2007 y, finalmente, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad en 2016.

Visita

Las piedras calcáreas utilizadas proceden de una cantera situada 800 metros al noroeste, bajo el yacimiento arqueológico de Daorson, cerca de la antigua residencia de los Hrabren-Miloradović. Limpiadas y restauradas en la década del 2000, son mucho más claras que las stećci de otras necrópolis de la región.

Orientación – Separado en dos partes por la carretera M-6, el lugar se distingue por diferentes características. En primer lugar, las stećci están orientadas hacia el sudeste, mientras que en las demás necrópolis de los alrededores normalmente están orientadas hacia el oeste. Además, no están alineadas como suele ocurrir, sino que forman pequeñas hileras separadas o con un número de elementos dispar.

Formas – Hay una amplia gama de formas que ofrecen un resumen de cuatro siglos de evolución de las stećci. Aquí se encuentran «losas», la forma más extendida a partir del siglo XII, «cofres», aparecidos a mediados del siglo XIV, estructuras acabadas «en hastial», utilizadas desde principios del siglo XV, raras «cruces antropomorfas», modelo adoptado a mediados del siglo XV, así como «pilares», la última evolución del género a finales del siglo XV. Esta gran variedad se ve acentuada por tamaños muy diferentes y también por el uso de un pedestal en el caso de 61 stećci o por un estilo muy cuidado en 20 casos.

Ornamentación – Casi la mitad de las stećci (63) están decoradas con bajorrelieves y/o grabados. Esto hace de Radimlja una de las necrópolis medievales de los Balcanes más «decoradas». Al igual que en Boljuni, esto demuestra el rango que ostentaban los difuntos entre la sociedad local. Las piedras más finamente esculpidas son los cofres y, sobre todo, las estructuras que tienen techo con hastial. Estas últimas, también llamadas casas eternas, son nueve, de las cuales cinco están colocadas sobre un pedestal. Están decoradas con frisos vegetales o cintas trenzadas, así como con motivos simbólicos muy diversos: soles, estrellas, medias lunas y cruces estilizadas, escudos, espadas, arcos y flechas. Las representaciones figurativas son también muy numerosas: hombres y mujeres en escenas de juegos o danzas (kolo), caballeros combatiendo o cazando, caballos y animales salvajes, sin olvidar los enigmáticos hombres con la mano derecha alzada.

Hombre con la mano alzada – Es el motivo más famoso de Radimlja, reproducido en un gran cofre y dos estructuras con techo con hastial. Dado que el gesto de la mano derecha sobredimensionada suele interpretarse como una señal de lealtad de un caballero hacia su señor feudal, el motivo se ha denominado vaivoda (vojvoda). Sin embargo, algunos historiadores aventuran otra hipótesis: podría ser una representación de san Guido (sveti Vid), la figura tutelar de los ortodoxos de la región. Es bastante lógico si tenemos en cuenta que la élite arumana local era ortodoxa. Existen otras teorías más esotéricas, pero a falta de fuentes fiables, el misterio del hombre con la mano alzada sigue sin resolver.

Inscripciones – El cementerio es bastante pobre en este ámbito, especialmente si se compara con la necrópolis vecina de Boljuni. Solo cinco stećci contienen epitafios. Son muy cortos y están redactados en alfabeto bosnio (derivado del cirílico). Al menos cuatro se refieren a señores locales. Además del de Radoje Hrabren-Miloradović, se encuentran los patronímicos de las familias Vuković (gobernadores bosnios de Croacia en el siglo XIV), Vlahović (nobles arumanos), Napetović (nobles serbios) y un nombre solo, Stipan, sin duda el de un miembro de una rica familia croata. Estas mismas cinco lápidas llevan también las firmas de tres artistas escultores: Bolašin Bogačič, Miogost y Ratko Brativonič (o Brativojevič). Todos ellos tienen un estilo común que será perpetuado por sus discípulos en otras necrópolis de la región hasta mediados del siglo XVI.