FORTALEZA DE BLAGAJ (STJEPAN GRAD)
Una fortaleza medieval parcialmente restaurada en la colina Hum, con una hermosa vista de Blagaj y el serpenteante río Buna.
Dominando el valle de Blagaj, esta impresionante fortaleza se sitúa en la colina de Hum, a 310 metros de altitud y 260 metros por encima del afloramiento del Buna. A pesar de haber sido recientemente restaurada, solo atrae a unos pocos visitantes debido a su difícil acceso. En el siglo XV, fue la sede del gran ducado de Esteban Vukčić y conservó el nombre local de «ciudad de Stjepan» (Stjepan grad).
Historia – La colina ha estado habitada desde la Prehistoria y durante el periodo romano, ya que sirvió de puesto de observación fortificado desde el siglo V. El suroeste de la colina alberga la antigua ciudad fortificada, de la que aún quedan importantes ruinas. Fue erigida a partir de 948 por los príncipes serbios de la provincia de Zachlumie (o Hum), que abarca el sur de Herzegovina. Esta plaza fuerte desempeñaba un papel muy importante en el control de las comunicaciones de la gran vía comercial que corría junto al Neretva hasta el Adriático. Posteriormente, fue ocupada y ampliada por los soberanos de Bosnia, en particular por el gran duque Esteban Vukčić (1404-1466). Este noble serbio, que reinó sobre un vasto territorio independiente desde 1435 hasta 1448, tomó el título de Herceg, que daría el nombre de la actual Herzegovina. Ocupada por los otomanos a partir de 1465, Stjepan grad sirvió como guarnición hasta 1835, y sufrió importantes transformaciones en 1699 y 1827.
Visita – La fortaleza se extiende sobre 2 hectáreas y se adapta perfectamente al relieve, por lo que no tiene una forma geométrica regular. Al este, la entrada principal está defendida por un primer bastión que domina la vía de acceso. Los muros de este bastión se elevan entre 12 y 14 metros de altura y miden entre 1,5 y 2 metros de grosor. La entrada estaba defendida por un segundo bastión y una puerta fortificada, ambos sólidamente construidos. El muro principal de la parte este fue dañado por la explosión de un remanente de pólvora a finales del siglo XVIII o a principios del siglo XIX y sólo fue reparado parcialmente. En el interior, las excavaciones realizadas a partir de 1965 han permitido descubrir las huellas de un antiguo palacio ducal del siglo XV. Los cimientos más antiguos se remontan al siglo VI, con técnicas de construcción que recuerdan la presencia de los bizantinos. Por último, se han encontrado también algunos restos de cerámica atribuida a los ilirios y tejas romanas.