TORRE DEL RELOJ (SAHAT-KULA)
Cómo llegar y contactar
La torre del reloj, de 16 metros de altura y situada en una calle en pendiente, está equipada con campanas para señalar las horas de oración de los musulmanes.
Ahora invadida por las malas hierbas, el reloj más célebre de Móstar espera su hora. De forma cuadrada, de 3,45 metros por lado, con 16 metros de altura y con cinco plantas, la torre del Reloj fue construida poco antes de 1636 por Kaduna Fatima Šarić, viuda y heredera del rico pachá Ibrahim Šarić (a quien se debe la mezquita Šarić, situada en la entrada sur de la ciudad). En su testamento, este asignó una suma de dinero en previsión del mantenimiento del reloj. Porque, como la mayoría de los relojes otomanos, el de Móstar funcionaba a la turca, es decir, colocando el principio del día al atardecer (contrariamente a la forma occidental, que empieza a contar las horas a partir de medianoche). Esto se hacía para permitir a los habitantes musulmanes conocer con precisión los horarios de oración. Con la duración de los días cambiando constantemente, este sistema imponía la intervención diaria del muvekit. A la vez relojero y astrónomo, este religioso tenía la responsabilidad de calcular la hora exacta de la puesta de sol para ajustar el mecanismo del reloj. La muvekithana (edificio en ruinas de dos plantas situado al lado de la torre), albergaba los instrumentos de astronomía del muvekit. La hora se indicaba por medio de relojes colocados en cada uno de los lados para que todos pudieran verla, pero también con campanas. En su paso por la ciudad hacia 1656, el famoso viajero y cronista otomano Evliya Çelebino no se impresionó solo por el puente Viejo, entonces llamado «el puente», sino también por este reloj que, según él, podía «oírse a tres horas de marcha de distancia». A pesar de que las campanas fueron requisadas en 1917 para satisfacer el esfuerzo de guerra austrohúngaro, el reloj siguió dando la hora hasta que el mecanismo falló en 1926 por falta de mantenimiento. Reparada en 1981, sufrió graves daños durante el asedio de la ciudad entre 1992 y 1993. Sólo la torre fue reconstruida en 1999, esperando siempre un nuevo reloj. El último mecanismo instalado en 1981 está expuesto en el Museo de Herzegovina, situado casi enfrente.