PLAZA SEBILJ (SEBILJ TRG)

Imprescindible. Llamada también plaza de las Palomas (trg Golubova) o plaza Baščaršija (su nombre oficial), es la parte central del barrio más antiguo de Sarajevo. El lugar es famoso por sus aves y su fuente sebilj, pero también por sus tiendas, sus artesanos orfebres y caldereros, sus mezquitas, su gran estación de tranvía (líneas 1 a 5), sus vendedores de pasteles y tentempiés y, por supuesto, sus turistas. Se extiende más de 100 m de longitud entre la mezquita Baščaršijska, al sur, y la calle Mula Mustafe Bašeskije, al norte, y solo hace unos pocos metros de ancho que dan a la minúscula calle Ćulhan, al oeste, y a la animada calle Kazandžiluk, al este. Alrededor de la plaza se encuentran todas las casas típicas bosnias otomanas de madera. El centro de información turística se halla justo al lado, en la calle Sarači.

Baščaršija. Es el nombre de la plaza, pero también del gran mercado central y de todo el barrio construido durante la fundación de la ciudad por Isa-Beg Isaković en el siglo XV. En el término «baščaršija» se encuentra la palabra «čaršija» (pronunciada «charchihia») derivada del término turco çarşı, que designa el bazar (mercado y ciudad administrativa y religiosa) de las ciudades otomanas. La adición del prefijo «baš» (pronunciado «bache»), procedente del turco baş (literalmente «cabeza») significa que se trata del mercado principal de la ciudad. A pesar de los incendios que destruyeron la mitad del barrio en los siglos XVII y XIX, los sucesivos reacondicionamientos y el asedio de la ciudad en 1992-1996, el lugar ha conservado su carácter típicamente otomano.

Sebilj. El término designa la fuente pública que reina al norte de la plaza. La palabra procede del árabe sebil (سبيل) que designa el camino por el que llegaba el agua y, por extensión, el organismo de beneficencia que proporciona agua gratuita para los habitantes. De estilo otomano, se trata de una columna octogonal de piedra dispuesta en un promontorio y protegida por una cúpula de madera. El conjunto, en forma de quiosco, se construyó gracias a una donación de Mehmed-pacha Kukavica en 1753. El agua llegaba de una fuente situada en el monte Trebević a través de un acueducto de 6,5 km, hoy desaparecido. La fuente fue sustituida por la red de agua de la ciudad. Es la única fuente de este tipo que queda en Sarajevo. En 1660, el columnista y viajero otomano Evliya Çelebi describió el barrio de Baščaršija con «300 fuentes». La mayoría fueron destruidas durante los dos grandes incendios en 1697 y 1852. El edificio actual ha sido reconstruido (sin duda por el arquitecto Josip Vancaš) e instalado en la plaza durante la reordenación de la ciudad por el arquitecto checo Alexander Wittek en 1891. La fuente Sebilj, dañada por la metralla en 1992, fue parcialmente reformada en 1997 y luego completamente en 2006. En todo el mundo existen varias réplicas de la fuente, una de las cuales fue presentada por el ayuntamiento de Sarajevo en 1989. La leyenda dice que quien beba agua en la fuente Sebilj regresará a Sarajevo.

Palomas. Las palomas en cuestión no son los turistas (aunque, bien mirado…), sino auténticas palomas torcaces. Son decenas, cientos, cada año más numerosas, las palomas que se divierten en torno a la fuente y son inmortalizadas por los fotógrafos aficionados del mundo entero. Vienen aquí para alimentarse: los ancianos les tiran pan en cuanto un turista les da unas monedas. Forman parte del paisaje, por lo que a menudo oiremos a dos amigos que quedan al decir «Čekam te kod golubova» («Te veré en las palomas»). El ayuntamiento se basa en un estudio sanitario realizado en 2005 para garantizar que las aves no son portadoras de enfermedades. Es que no deberíamos matar a la gallina de los huevos de oro.

Artesanos. En el lado este, las calles Kazandžiluk y Luledžina son los vestigios del antiguo barrio comercial del siglo XVII. Este contaba entonces con varios miles de tiendas y talleres agrupados por profesiones, extendiéndose hacia el este hasta el barrio de Kovači (cuyo nombre significa «herreros» en bosnio). La pequeña calle Kazandžiluk, que se extiende unos 80 m entre la plaza y la calle Bravadžiluk alrededor de la mezquita Baščaršijska, debe su nombre a los caldereros (kazandžijski) que trabajan en el cobre. Conocida como la calle más antigua de Sarajevo y a menudo llamada «barrio de los caldereros» (kazandžijska čaršija), hay 34 puestos que venden todo tipo de platos, recipientes, vajilla o tazas de café de cobre o recubiertos de cobre (aluminio estañado). Los artesanos comerciantes animan a los transeúntes a entrar en sus tiendas y a negociar los precios. Muchos objetos todavía se fabrican aquí, pero en los últimos años se han introducido productos mucho más baratos procedentes de Turquía o China. Para contrarrestar esto, la asociación de comerciantes del centro de la ciudad ha establecido la etiqueta Original Sarajevo Quality.

Mezquitas. Alrededor de la plaza, se alzan dos de las mezquitas más antiguas de la ciudad: la mezquita Havadže Durake, denominada Baščaršijska, al sureste de la plaza, construida en 1528, y la mezquita Čekrekčijina, al noreste, erigida en 1526 y reconocible por su cúpula. Esta última tiene la particularidad de no poseer harén que la separe del espacio dedicado al comercio. Una docena de tiendas y talleres están situados directamente a su alrededor. Los alquileres pagados por los comerciantes permitían financiar el mantenimiento del edificio y el personal de la mezquita. Ambos edificios fueron destruidos parcialmente durante la Segunda Guerra Mundial, reconstruidos, dañados durante el asedio de 1992-1996 y renovados otra vez desde entonces.