Los mejores restaurantes Maastricht

Establecido en el Markt en 1909, Reitz es uno de los establecimientos de patatas fritas más antiguos del país que sigue en funcionamiento. Desde hace más de 110 años, la gente acude en masa a este pequeño mostrador para pedir un cucurucho de crujientes patatas fritas, aderezadas con una de las muchas salsas caseras: una pura delicia, grasienta y deliciosa, y un éxito innegable (¡prevea tener que hacer cola!). La carta es bastante amplia: albóndigas, carnes, croquetas... todo lo necesario para acompañar tus patatas fritas. Personal amable y precios razonables.

Este restaurante afirma ser "el único refugio de montaña de los Países Bajos" Aunque está cerca del punto más alto del país, está muy lejos de la alta montaña, así que puedes guardar los guantes y los bastones. Sin embargo, el ambiente rústico de montaña está a la vista de todos. Enclavado en este vasto bosque fronterizo, el Boscafé suele estar abarrotado de clientes habituales y curiosos, sobre todo los fines de semana. La cocina es sencilla pero casera, con productos locales y rodeada de los animales de los propietarios.

Unos diez kilómetros antes de Maastricht, Eijsden es la primera ciudad en la carretera de Lieja. Aon't Bat toma su nombre de su ubicación, "a orillas" del Mosa, una situación excepcional para disfrutar en la terraza (¡que ha ganado varias veces el premio a la mejor terraza de Limburgo!) los días de buen tiempo. El establecimiento existe desde hace casi 120 años Primero como cafetería y después como restaurante, ahora sirve una amplia gama de platos de brasserie: desde pescado a bocadillos, pasando por mejillones o carne, hay para todos los gustos.