MUSEO DE LA TORTURA
Una visita atípica con una atmósfera especial, en la que la entrada se realiza a través de un pasillo oscuro con una sensación teatral en Ámsterdam
A dos pasos del Rokin y del Singel, no lejos del mercado flotante de las flores, se trata de una visita insólita, pero que desprende una atmósfera especial. Calificado con frecuencia como uno de los museos más insólitos del mundo, le permitirá adentrarse en el mundo de la crueldad humana y su evolución a lo largo de los años. La entrada se realiza por un pasillo teatral, a tiro de piedra de las calles comerciales más concurridas de la ciudad. Este pasillo teatral conduce a una serie de pequeñas salas, con paredes de piedra y vigas a la vista, que están muy iluminadas, dando la impresión de estar en una habitación real, y el efecto lúgubre está sin duda logrado. En cada una de las salas se exponen diversos instrumentos de tortura, así como datos y explicaciones sobre la historia de la tortura. Lejos de ser voyeurista, el Museo de la Tortura adopta un enfoque histórico y educativo del tema, que no carece de interés. La colección es rica y está bien documentada, fruto de muchos años de investigación de su creador. Periódicamente se organizan exposiciones temáticas en torno a cuestiones sociales como la pena de muerte. Se nota que este museo es obra de una persona apasionada, porque no es un lugar de voyeurismo sombrío como cabría esperar. Es una visita que no le quitará mucho tiempo, y no debería dedicarle más de 45 minutos.
Ambiance et objets bien exposés
Relativement intéressant mais il ne faut pas se déplacer que pour ça, d'autant plus qu'Amsterdam regorge d'autres lieux qui méritent bien plus d'être visités !
Peut amuser les ados pendant que les autres vont visiter autre chose...