Guía de viaje Pontevedra

Con sus 82.000 habitantes, la capital de la provincia es muy pequeña en el fondo de su ría. Encajada entre la tumultuosa Ría de Arousa y el Vigo industrial, la ciudad vieja de Pontevedra cuenta con un pequeño recinto medieval, lleno de tabernas y casas antiguas, a orillas del Río Lérez. Su puerto comercial, uno de los más dinámicos de la costa gallega, tuvo su apogeo desde la Edad Media hasta el siglo XVIII. Su riqueza se basaba en la pesca y la salazón de sardinas. Sin embargo, el río se sedimentó y Marín, a 7 km, heredó el puerto y el complejo industrial. Una actividad que ahora ha sido sustituida por el sector textil. Según un poema gallego: "Pontevedra es una buena ciudad que da de beber a los que pasan por la fuente de la Herrería. "Junto a la iglesia de la Peregrina, la plaza ofrece sus bancos y terrazas a los paseantes. En cuanto a la comida, no deje de probar las especialidades típicas, incluyendo todos los productos del cerdo, que se crían en la provincia, y los productos del mar. No olvides probar los caldos albariños, caldos de vino blanco de Galicia, que acompañan al pescado. Y si es sábado, aprovecha el mercado situado en el Parque Rosalía de Castro. Así conservada, Pontevedra es una escala encantadora con muchas sorpresas.El casco antiguo es un monumento en sí mismo: visite las iglesias y las tabernas a su paso. La Plaza de la Leña, con sus soportales y su ingenuo calvario, es una perfecta recreación de una plaza de pueblo medieval. No muy lejos, la Plaza Teucro, con su espectacular escudo, está claramente marcada por la nobleza local. En la plaza de Mugartegui, un palacio alberga el Museo Provincial, y la plaza de la Herrería tiene una fuente en los jardines frente a la iglesia de San Francisco. Sin olvidar la Plaça de la Verdura. Mientras pasea, fíjese en las numerosas estatuas de bronce, figuras fantasmales, que hacen que Pontevedra sea intrigante por la noche. Para un toque de naturaleza, acérquese a las orillas del río Lérez, que han sido acondicionadas como zona de ocio y recreo. También encontrará juncos e islotes conservados y podrá contemplar las esculturas de la isla del mismo nombre (Illa da Xunqueira)