Guía de viaje Zamora

Enclavada en un promontorio estratégico, esta capital de provincia aparece en el itinerario de Antonino como Ocellom Durii (los ojos del Duero). Llamada más tarde Samurah por los árabes, se convirtió en una fortaleza decisiva durante los tres siglos de la Reconquista, una posición fronteriza que llevó a su destrucción y posterior rehabilitación en 1061, bajo Fernando I. Entonces vivió su época dorada, que le dio su estructura urbana con sus iglesias y monumentos románicos. De sus tres recintos fortificados del siglo XIII, conserva su castillo y varias partes de su primera muralla. Su Semana Santa es una de las más importantes de España. Si tienes poco tiempo, la catedral y el castillo de Zamora son las dos visitas obligadas. Pero la visita también debe permitirle admirar el impresionante conjunto de iglesias románicas, el más grande de España, entre las que destacan la iglesia de San Isidro, junto a la catedral, la iglesia de San Pedro y San Ildefonso y la iglesia de la Magdalena, que posee una de las fachadas más decoradas y donde se administraba justicia en la Edad Media. Y mientras pasea por la ciudad, descubrirá las esculturas de Baltazar Lobo, un artista local. La Plaza Mayor y la calle Herreros forman el centro neurálgico del casco antiguo