VILLAGE DE MILIA
Este pueblo del siglo XVI, con sus pequeñas casas de piedra, propone no sólo alojamiento en hábitat tradicional, sino también un auténtico estilo de vida ecológico. A principios de los años 1980, la gente se reunió para restaurar este pueblo perdido en las colinas en medio de una naturaleza especialmente verde, con el fin de proponer una forma de ecoturismo con fondos de la Comunidad Europea. Un poco el equivalente de las granjas francesas. Esta comunidad agrícola cultiva productos biológicos, reciclada y opta por vivir en armonía con la naturaleza… Agua de fuente al grifo del cuarto de baño, calefacción por madera… además del radiador. Y desde hace poco, la electricidad en las habitaciones. También hay una taberna que sirve platos de calidad con productos de la producción o de los alrededores. ¡Ordenen los ojos cerrados, todo es suculento! Además, en esta taberna se sirve el desayuno muy copioso de los huéspedes. La gente que opta por quedarse puede participar en las actividades del pueblo: recolectas, plantaciones, fabricación del raki… o salir a explorar la región a pie.
In the morning, we were greeted with a delightful breakfast that truly felt like home. The staff at Milia went above and beyond, ensuring our stay was not just comfortable but genuinely memorable; their friendliness and exceptional service stood out throughout our visit.
For the adventurous, the hotel offers hiking trails of varying durations (2, 3, and 5 hours), which were scenic and well worth the effort. This unique retreat is a must-visit for anyone coming to Crete, offering a peaceful and invigorating experience that rejuvenated our family. Highly recommended for a relaxing and amazing experience! That couldn't be found anywhere.
Note: follow the instructions the hotel shares by email for easy allocation.