Guía de viaje Kastelli-Kissamos

Kissamos, a 48 km al oeste de Hania, marca el final de la carretera nacional. Es una ciudad de 15.000 habitantes construida en el emplazamiento del antiguo puerto de Polirrinia. Durante el periodo helenístico, los romanos desarrollaron una nueva ciudad con todas las características de una ciudad romana: anfiteatro, villas... El museo arqueológico que abrió sus puertas en la plaza de Kissamos es agradable y muy interesante. Recorre la historia antigua de la zona y es un excelente motivo para detenerse en la ciudad. Mucho más tarde, los venecianos construyeron aquí un castello, que dio nombre a la ciudad. Hoy en día, Kissamos se conoce más comúnmente como Kastelli-Kissamos, pero algunos veteranos siguen refiriéndose a ella como la capital de la región. El ferry procedente de Citera y el Peloponeso deja aquí a unos pocos turistas, que suelen dirigirse a otras partes de la isla. De hecho, Kissamos es un excelente punto de partida para algunas hermosas excursiones por la región. Kissamos es la puerta de entrada a la hermosa península de Gramvoussa. Desde su puerto parten barcos de excursión que recorren la península hasta la laguna de Balos en un día. También da acceso a un hermoso interior con impresionantes desfiladeros y las ruinas de la antigua Polirrinia.La amplia bahía de Kissamos es preciosa, las playas de arena son grandes y hermosas y están relativamente poco masificadas por los turistas. Entre el puerto de transbordadores y el centro de la ciudad, el pequeño puerto pesquero merece una parada, especialmente para comer en una de las tabernas de la orilla. El corazón de la ciudad se encuentra en torno a la Platia Kastellou, al norte del eje principal que atraviesa la ciudad: unas cuantas tabernas y kafeneia en torno a una fuente, cerca de un períptero. La calle principal es animada y está repleta de pequeñas tiendas, y en ella se encuentran los bancos y la oficina de correos. La capacidad de alojamiento sigue siendo superior a la demanda, incluso en temporada alta. En la plaza principal se puede tomar un café, por ejemplo en el Aeras, el más bonito con su terraza a la sombra junto a la fuente (aunque un poco turístico). En la pequeña calle que sale de la plaza en dirección este hay una panadería a la antigua usanza muy buena. Los restaurantes están situados principalmente junto al mar.