PALACIO DE MALIA

Malia se construyó al mismo tiempo que Cnosos (en el año 1900 a.C. y se reconstruyó 200 años más tarde tras un terremoto) y finalmente se abandonó hacia el año 1450 a.C. Desde entonces no se ha añadido ningún edificio. Descubierta a principios de siglo por el arqueólogo griego Joseph Hatzidakis, fue excavada y descubierta en su totalidad por la Escuela Francesa de Arqueología a principios de la década de 1920. Aquí se descubrió un colgante de oro con dos abejas (símbolo de la fertilidad y la armonía) que se expone en el Museo Arqueológico de Heraclión. El sitio en sí, aunque no es tan imponente como Knossos o Phaistos, está en una ubicación particularmente buena entre las montañas y el mar. Según los arqueólogos, lo más probable es que en las inmediaciones del palacio hubiera existido un puerto en la época prehistórica. No hay constancia del nombre antiguo de la ciudad. Sin embargo, según la leyenda, Sarpedón, el hermano menor de Minos, gobernaba Milatos, una ciudad que estaba situada en el mismo lugar que el palacio de Malia. En el yacimiento no se conservan muros, lo que permite comprender fácilmente la forma en que se estructuró el palacio observando los cimientos, y da una impresión de autenticidad que se echa en falta en el yacimiento de Cnosos. Una parte de la zona circundante, que se cree que fue una ciudad minoica, aún está por excavar. A la izquierda de la entrada, una exposición didáctica permite comprender la historia de las excavaciones con la ayuda de maquetas y planos muy bien realizados.

El sitio consta de dos partes principales: la residencia real y una zona residencial circundante donde habrían vivido los artesanos del palacio. Al palacio se entra por una puerta orientada al oeste (aunque la entrada principal estaba probablemente al norte). A la derecha, se ven ocho pozos de grano. Desde la entrada, se sigue un gran camino pavimentado a la izquierda que lleva a la puerta norte. Un vestíbulo con columnas conduce al patio central en torno al cual se organizaba el palacio: edificios administrativos y religiosos al oeste, tiendas al este, pisos reales al norte, a los que se accede atravesando un pequeño patio.

Alrededor del palacio , las ruinas de la ciudad excavada están coronadas por pasarelas que permiten tener una visión global de las viviendas y del plan de urbanización. El emplazamiento de Malia es mucho menos visitado que el de otros palacios de la misma época, lo que permite deambular tranquilamente entre las ruinas. Que lo disfrutes