Guía de viaje Guellala

Situado en el sur de la isla, a una veintena de kilómetros de Houmt Souk, el pueblo de Guellala ha aprovechado su suelo arcilloso para convertirse en la meca de la alfarería. Durante mucho tiempo notable por la calidad artística de sus creaciones, la tradición alfarera del pueblo se resintió luego de su orientación turística demasiado deliberada y, salvo algunas excepciones (algunas de las cuales se mencionan en estas columnas), la mayoría de las piezas que se ofrecen hoy en día no tienen caché. Todavía hay algunos artesanos que trabajan la arcilla, que tiene fama de ser tan dura como el hierro una vez cocida. Los hornos estaban instalados en cuevas subterráneas donde los alfareros de Guellala producían ánforas, mouchreb (jarras) y gargantas. Todavía se pueden encontrar tinajas como en nuestras costas mediterráneas, utilizadas para conservar el aceite, la cebada, etc. La costa sur, entre Guellala y Ajim, el embarcadero, alberga una reserva ornitológica donde prosperan garzas y flamencos. Es posible comprar en el gran almacén de cerámica del pueblo, cerca de la farmacia; no sólo hay una gran selección de piezas, sino que los precios fijos son mucho más bajos que en los zocos.Después de la guerra, los parisinos que regresaban a Túnez instalaban pequeños bares para el verano, pero aquí no hay hoteles. Puedes encontrarlos por la noche en el café maure a la hora de la chicha. Mercado en miércoles.