Guía de viaje Kairouan

La capital espiritual de Túnez, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es una de las favoritas. Fundada en el año 670, Kairuán floreció bajo la dinastía aglabí en el siglo IX. Siguió siendo la primera ciudad santa del Magreb, a pesar del traslado de la capital política a Túnez en el siglo XII. Con su medina y sus mercados organizados por gremios, con sus numerosas mezquitas y edificios religiosos, Kairuán está inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial por su "valor universal excepcional". La ciudad está situada a 150 km al suroeste de Túnez y a 50 km al oeste de Susa. Quinta ciudad tunecina en número de habitantes (140.000), Kairouan es ante todo un lugar de historia y religión. Para los musulmanes, es la cuarta ciudad santa del mundo después de La Meca, Medina y Jerusalén. Su Gran Mezquita, con su bosque de columnas de mármol y pórfido, es una obra maestra del arte islámico. Otros muchos monumentos atestiguan la gloria pasada de Kairuán: mezquitas, zaouïa, cuencas de riego y las ruinas de un palacio principesco en Rakkada, a las afueras de la ciudad. Su vocación fue religiosa desde su fundación por el líder árabe Okba ibn Nafi en el año 670. Aislada y rodeada de áridas estepas en las que se podía ver hasta donde alcanzaba la vista, Kairuán era una ciudad fácil de defender tanto de los bereberes como de los bizantinos, que debían avanzar en medio de una naturaleza conocida por los guerreros árabes. Además, se encontraba en la ruta de las caravanas que le dieron su nombre (en árabe qarwâne, derivado de la palabra persa relevo). En los albores del siglo VIII, Kairuán se convirtió en la capital de la Ifriqiya árabe y en la base de la conquista de España por Tarik Ibn Ziad. Su prosperidad alcanzó su punto álgido en el siglo IX, bajo la dinastía aglabí. Un siglo después, destronada por los fatimíes, Kairuán perdió su condición de capital en favor de Mahdia. Esto significó el fin de su papel político, pero no de su importancia religiosa. Esta primera ciudad del Islam fue al mismo tiempo un lugar privilegiado de arte, poesía y espiritualidad. Junto a los más grandes doctores en derecho religioso, ofreció a su país los mejores y más refinados poetas. Es un lugar muy especial en Túnez, donde el fervor habita en las paredes. Si tiene la posibilidad de elegir, evite venir el lunes, un día muy ocupado. La ciudad se suele visitar por la mañana (muchos monumentos están cerrados por la tarde), pero pasar la noche en la ciudad es toda una experiencia