Guía de viaje Korbous

Situado a 50 kilómetros de Túnez y a 18 kilómetros de Solimán, el sitio de Korbous ya era famoso en la época romana y era un destino popular para los cartagineses. Sus siete manantiales, fuentes de agua caliente de cloruro de sodio y agua fría de sulfuro de calcio, alimentaban una red de baños subterráneos que han permanecido activos hasta hoy. Cada uno de ellos tiene su propia particularidad: el manantial de Aïn Chiffe, por ejemplo, se dice que trata los trastornos digestivos y gástricos y las aguas calientes de Aïn Kallasira, los eczemas. Se dice que los otros alivian los problemas inflamatorios, el reumatismo y los trastornos de la circulación. Los manantiales se llaman Aïn Atrous, Aïn el Kebira, Aïn Sbya (el manantial de la joven o de la virgen) y Aïn el Fakroun (el manantial de la tortuga). El último, El Arraka (el que suda), es de origen subterráneo y transmite su vapor a la "sauna" que ya habían desarrollado los romanos. Hoy en día, Korbous está formada por casas blancas que se agrupan a lo largo de una única calle que recorre una cornisa de 8 kilómetros. La vista sobre el Golfo de Túnez es agradable. Este complejo termal acoge hoy a una clientela muy variada. Teniendo en cuenta el potencial curativo de sus aguas y estos magníficos baños al aire libre, uno piensa que la estación termal de Kormous podría desarrollarse mejor... La ciudad también es buena para los deportes acuáticos y la pesca submarina.