CAPILLA DE SAN FRANCISCO-XAVIER
El edificio se construyó en 1928 en memoria del misionero Jesuita-Xavier. Éste dedicó su vida al evangelización de Japón, después de China e Indochina antes de morir en 1552 en la isla de Sanchuang. El edificio no carece de encanto, con una fachada amarilla pálida de color blanco y una puerta azul azul. En el frontón, la mención "la Casa del Señor" está inscrita en caracteres chinos. Por anécdota, la capilla fue gestionada en el pasado por el padre italiano Angelo Acquistapace que odiaba a los chinos. A su enfoque en cada salida de misa, vocifería un vade retro Satanas. («trasero, Satán!» "… La capilla contiene algunas de las reliquias más valiosas del cristianismo en Asia. En un remanente de plata se encuentra un hueso del brazo de San Francisco Xavier, que cumple su misión de cristiandad en Japón y volvió a las costas de China en 1552 para morir en la isla de Sanchuan, a 80 km de las costas de Macao. La reliquia estaba destinada a ser enviada a Japón, pero finalmente fue trasladada a San José y luego a la capilla de San Francisco Xavier en 1978.