CARBON

Este encantador restaurante de inspiración francesa, incalurosamente instalado cerca de la orilla norte del lago del Oeste, propone un marco cosy-casi un ambiente lounge diremos, todo en sillón de cuero y luz tamizada- y una apetitosa carta en la que las inspiraciones son tanto europeas como chinas. Nos gusta el inmenso ventanal (o la terraza abierta cuando el tiempo lo permite) que permite degustar suculentas ostras (en temporada) los ojos perdidos en las aguas del lago. Un establecimiento un poco elegante, tanto en el marco como en los servicios, y que recomendamos.