Guía de viaje Alghero

Esta magnífica ciudad fortificada aprovecha al máximo su situación junto al mar, su herencia catalana y su especial vínculo con el coral rojo. El casco antiguo de Alguer se extiende plano frente a la bahía. Con su paseo marítimo y sus imponentes casas blancas, recuerda a Essaouira (Marruecos) o Cádiz (España). Los franceses prefieren compararla con Saint-Malo, aunque no comparte ni sus colores ni su fisonomía. La ciudad fue completamente repoblada en el siglo XIV durante la conquista aragonesa, cuando el rey expulsó a la población local para asentar a familias catalanas. Se dice que una cuarta parte de la población aún habla el argelino, una forma del catalán antiguo mezclado con el sardo. Los habitantes reivindican con orgullo sus orígenes, y por todas partes se ven banderas catalanas, junto a nombres de calles y señales bilingües. El casco antiguo, con sus calles empedradas, iglesias y palacios perfectamente cuidados, desprende un encanto increíble, a pesar de su intenso tráfico turístico. Las tiendas de recuerdos, los bares, los restaurantes y los museos están muy cerca unos de otros, algo poco habitual en Cerdeña. No obstante, el casco antiguo es bello y agradable. Por último, Alghero es el destino romántico por excelencia, sólo por contemplar la puesta de sol sobre el mar desde las murallas. Es mágico