Los mejores restaurantes Olbia

El restaurante del hotel Terranova propone una carta de especialidades variadas y de calidad, en particular los antipastini misti di mare para 2 personas: un surtido sorprendente de especialidades del mar.

Este restaurante semigastronómico se define como una "trattoria moderna". La decoración es ecléctica y original, con paredes en tonos anaranjados y amarillos, un suelo a cuadros y, aquí y allá, toques vintage o contemporáneos en la decoración. Los platos son refinados e inventivos: las porciones son pequeñas, la presentación es meticulosa y la cocina es sofisticada. En el menú: carpaccio de pulpo, tataki de atún, sopa gallega revisitada... Buena selección de vinos sardos para acompañar una excelente comida.

La Lanterna es uno de los mejores lugares de Olbia para conocer las especialidades sardas o volver a probarlas. Situado un poco fuera de la calle principal, sirve excelentes especialidades de carne y pescado, preparadas y presentadas con maestría. Pero también preparan pasta y pizzas, lo que lo convierte en un restaurante familiar donde todos pueden disfrutar. Al chef le gusta arriesgar, sobre todo cuando ofrece sushi. Puedes ir con los ojos cerrados para las especialidades locales..., para el resto... depende de ti.

"L'Officine du Goût" es uno de los mejores establecimientos gastronómicos de Olbia. En la cocina, la armonía de los sabores está cuidadosamente considerada. El resultado son recetas creativas, cocinadas a fuego lento con los mejores productos locales. Por ejemplo, merece la pena probar el tartar de pescado con pecorino a la parrilla, así como el atún al vapor con hierbas frescas. En invierno, puede calentarse en la bonita sala interior, mientras que en verano puede disfrutar de la terraza en una pequeña plaza en el centro de la ciudad.

Este restaurante cuenta con una cocina familiar que ofrece platos tradicionales sardos muy refinados. En el menú, sopa de mejillones, culurgiones de patata, maccarones, porcettu o cordero asado... Esta cocina de la buena abuela celebra la rusticidad del repertorio sardo, volcado en los productos sólidos de la tierra más que en los recursos pelágicos. Por la noche, el restaurante también ofrece pizzas, pero sería una pena perderse las especialidades sardas. Hay que esperar un poco, ya que la dirección es muy popular entre los lugareños.