Recuerdos gastronómicos

Entre los grandes tesoros del Dodecaneso, la gastronomía encabeza sin duda la lista. Algunas de estas especialidades sólo pueden comerse en la isla, y sólo podrá recordar las gambas rosas de Symi o el pulpo a la parrilla de Lipsi, sin traerlas de vacaciones en el equipaje. Sin embargo, no se desespere demasiado rápido, ya que existe toda una gama de especialidades gastronómicas que son fáciles de llevar y disfrutar de vuelta a casa.

En Karpathos y Kassos, podrá saciarse a base de makarounes, deliciosa pasta hecha a mano con harina local. Plato tradicional de estas dos islas, más interesadas en los productos de la tierra que en los del mar, los makarounes se pueden comprar en bolsas en todos los pueblos. Otro producto a base de harina que no hay que perderse es eleptazimo, el pan tradicional de Kalymnos, cocido siete veces y aromatizado con ouzo y anís.

Entre los dulces tradicionales del archipiélago, el buñuelo frito de Symi,la akoumia, es quizás el menos obvio para traer de vuelta. Elaborado con harina, arroz y ouzo o agua de rosas, según la variante, suele comerse en Nochevieja. De Rodas se puede traer el melekouni, un pastel tradicional hecho con semillas de sésamo, miel, almendras y hierbas, que se sirve en bodas y bautizos. También puede traer de Kastellorizo katoumaria, una especie de tarta espolvoreada con canela y clavo.

Entre otros dulces típicos del Dodecaneso que puede llevarse a bordo, suele servirse una cucharada de fruta confitada para dar la bienvenida a los invitados a casa. En Kos, no dude en comprar tarros de tomates cherry confitados, mientras que en Leros encontrará cítricos, membrillos y berenjenas confitadas para llevarse a casa. Por último, no podrá resistir la tentación de llevarse miel de tomillo, especialmente famosa y aromática en Rodas, Tilos y Kalymnos.

En cuanto a las bebidas, el Dodecaneso ofrece una auténtica paleta de sabores. Rodas es famosa por sus vinos, cuya vinificación se benefició de la experiencia de los ocupantes italianos. Puede llevarse a casa una gran variedad de vinos elaborados con variedades de uva locales, comoel amorgiano o mandilaria (tinto) y elathiri (blanco). En Lipsi, podrá descubrir la variedad de uva fokiano y el vino dulce Aposperitis en la Bodega Lipsi, mientras que Patmos redescubre poco a poco sus tradiciones vinícolas desarrollando las variedades de uva assyrtiko (blanca) y mavrothiriko (tinta). Además de vino, puede llevarse a casa unas botellas de licor de higo chumbo de Symi o de souma de Rodas, que se destila de la uva y adquiere un color blanquecino al diluirse en agua. El abuso de alcohol es peligroso para la salud, así que mejor optar por una bebida tradicional sin alcohol, la soumada de Nissiros, elaborada con almendras.

Memorias geológicas y marinas

Las islas del Dodecaneso, con su geología única, albergan varios tesoros volcánicos que, en parte, puede llevarse a casa. Insistamos desde ahora en la palabra "en parte". No se recomienda, ni siquiera se prohíbe, llevarse los guijarros multicolores de las playas del archipiélago, como las de Lampi, en Patmos. Sin duda son muy bonitos, pero sobre todo son necesarios para contener los estragos del mar. Lo mismo ocurre con los guijarros negros de las playas volcánicas de Nissiros: en esta isla no existe una prohibición formal, pero hay que respetar la ética individual para preservar el medio ambiente.

En la propia Nissiros, hay muchas opciones para comprar recuerdos volcánicos. En las tiendas de Mandraki encontrará todo tipo de productos cosméticos y terapéuticos, que son estupendos regalos para hacer a la vuelta de vacaciones. También se pueden comprar piedras pómez en Gyali, la cantera de la isla de Nissiros.

Los fondos marinos del Dodecaneso son especialmente ricos, sobre todo alrededor de Kalymnos, la isla de las esponjas de mar. Los antiguos atribuían virtudes medicinales a estos animales marinos, y Kalymnos se desarrolló en torno a su pesca y comercialización. Hoy, la industria declina lentamente, pero aún se pueden comprar estos productos naturales, herederos de una larga tradición de saber hacer local.

Artesanía y creación

Otro testimonio de antiguas tradiciones y patrimonio, la artesanía del Dodecaneso es un magnífico regalo y recuerdo para traer de vuelta de una estancia en el archipiélago. En Karpathos se pueden comprar bufandas tradicionales de mil colores. Las siguen llevando las damas de Olymbos y en todas las celebraciones importantes de la isla, por todas las generaciones. Y no se pierda la cestería local, que desgraciadamente está desapareciendo poco a poco: las cestas hechas a mano en pueblos como Menetes son de una belleza conmovedora.

Una visita a Kastellorizo no estaría completa sin un viaje a Kaş, en el lado turco. Diríjase a Turquía en día de mercado y vuelva a casa con todo tipo de tesoros locales: telas, algodones, cerámicas y alfombras. Obviamente, si sale de la Unión Europea para volver cargado de valiosos productos turcos, tendrá que declararlos. Esto se aplica en particular a las hermosas alfombras y kilims que probablemente le enamorarán.

Entre las bellas piezas de artesanía local, también podrá regalarse un icono de Patmos, la isla religiosa por excelencia del archipiélago. El arte de la fabricación de iconos se remonta a la época bizantina, y se ha mantenido en los monasterios de la isla. En la actualidad, dos talleres de Skala ofrecen hermosos iconos a la venta, y en las tiendas de los monasterios encontrará todo tipo de recuerdos religiosos.

Por último, si le interesan las obras de arte de Rodas, eche un vistazo a las tiendas de los principales museos, que cuentan con algunas de las mejores reproducciones de joyas, iconos y otras estatuas antiguas. El panorama del arte contemporáneo también está lleno de cosas bonitas, así que no dude en apoyar la economía local comprando joyas y ropa de diseñadores griegos en las callejuelas del casco antiguo.