RUINAS DE DELOS

El lugar se divide en barrios alrededor del santuario de Apolo. Al norte se encuentra el barrio del Lago, al sur el barrio del Teatro, sin olvidar el monte Cinto. Le aconsejamos el siguiente itinerario:

Monte Cinto. Suba hasta la terraza de los Dioses extranjeros (santuarios de las divinidades no griegas) para admirar las ruinas de varios santuarios y los monumentos votivos. Destacan, entre otros, los de Hera, Hércules, Zeus, Atenea, de dioses sirios, de dioses de Samotracia… Ascienda después a la cima del monte, que ofrece una panorámica excepcional de las Cícladas.

Barrio del teatro. Desde el monte Cinto, baje de nuevo y gire a la izquierda hasta el barrio del teatro. Es una de las zonas más interesantes de Delos, con un gran número de residencias construidas a partir del siglo II alrededor de un patio, y decoradas con fabulosos mosaicos. Allí podrá ver la casa de los Delfines, así llamada por el mosaico con delfines conducidos por amores alados; la casa de las Máscaras, restaurada, con magníficos mosaicos –observe las máscaras de la comedia y el sorprendente Dioniso sentado sobre una pantera. Suba a continuación hasta las ruinas del teatro del siglo II a. C., que podía albergar a 5.000 personas; luego verá la casa del Tridente, decorada con motivos geométricos, un tridente y un delfín entrelazados; la casa de Dioniso, con un mosaico que representa de forma muy expresiva un Dioniso alado sentado sobre una pantera; y, a la izquierda, la casa de Cleopatra, con los restos de su estatua y de la de su marido. Vuelva a la plaza principal, cerca del puerto.

Los propileos (siglo II a. C.). Es un lugar enlosado llamado Agora de los Competaliastas. Estos constituían un círculo comercial de ciudadanos romanos y de esclavos emancipados que cada año honoraban a los lares Compitales, dioses protectores de los cruces de caminos y de las comunidades locales o barrios.

El pórtico de Filipo V de Macedonia, construido en el siglo III a. C.; la avenida de las procesiones (anchura de trece metros, flanqueada por monumentos votivos); el pórtico de Pérgamo, construido por los reyes de Pérgamo a principios del siglo III a. C.; el pórtico de los Naxios, del siglo VI a. C. (fíjese en la base circular de granito que sostenía la «palmera de Nicias», un árbol colosal de bronce mandado levantar por Nicias para recordar la palmera bajo la cual Leto dio a luz a Apolo y a Artemisa); la casa de los Naxios (la hermandad religiosa de Naxos se reunía allí) –observe el enorme bloque de mármol que servía de base a una gran estatua de Apolo del siglo VI a. C. El altar (siglo IV a. C.), obra de los atenienses, alrededor del cual se bailaba durante las fiestas, en honor a Apolo. Según la leyenda, habría sido construido por el propio Dios con los cuernos de las bestias que mató Artemisa en el monte Cinto.

Santuario de Apolo. Comprende las ruinas de tres templos dedicados al dios: el templo de los Delios (su construcción finalizó en 314 a. C.); el templo de los Atenienses (420 a. C.), edificio dórico que contenía siete estatuas colocadas sobre una base de mármol negro, y el templo de Pórinos, así llamado porque fue construido con una piedra calcárea, dura, denominada póros, en el siglo VI a. C., en la época de Pisístrato. Este templo, más pequeño y más antiguo, albergaba una estatua de Apolo de ocho metros y el tesoro de la liga de Delos.

El Artemision. Santuario de Artemisa, edificio jónico helenístico construido en 179 a. C. en la ubicación de otro más antiguo. Aquí podrá ver los fragmentos de una estatua gigante de Apolo (el torso y la base). Al este del santuario se encuentra el pórtico de Antígona, construido en el siglo III por un rey de Macedonia. Con una longitud de 120 metros, contenía 48 columnas dóricas. Un poco más lejos se encuentran la fuente Minoé, la ekklesiasterion, donde se reunía la Asamblea, el pritaneo y las ruinas de un templo de Dioniso con dos monumentos votivos con motivos fálicos.

Barrio del lago. Ya no existe el lago sagrado donde nadaban los cisnes de Apolo. Fue cubierto en 1926 como consecuencia de una epidemia de paludismo. Pero se pueden visitar el ágora de los italianos (siglo II a. C.); el templo de Leto, de la época arcaica; el templo dedicado a los doce dioses del Olimpo (Dodekatheon); y la famosa terraza de los Leones, en la que se alinean frente al lago sagrado cinco de las nueve imponentes fieras de mármol de Naxos (siglo VII a. C.) que había originariamente. Una sexta, expoliada por piratas venecianos, se conserva hoy en la entrada del Arsenal de Venecia. La sede de los poseidoniastas, al este del lago, era la residencia de los comerciantes de Beirut y un lugar de culto a Poseidón. Al norte del lago verá los vestigios del estadio, de la palestra y del gimnasio.