Guía de viaje Tabora

En el siglo XIX, Tabora era una de las ciudades más importantes del interior. Situada en la ruta de los esclavos, creció rápidamente. Fue en esta época cuando la primera caravana de esclavos procedente de los Grandes Lagos pasó por Tabora de camino a la costa. Hacia 1830, las caravanas eran algo habitual. Este comercio también trajo sal y marfil a la región. Tabora era el centro de todo este comercio. En 1880, con el fin del comercio de esclavos, la ciudad recobró cierta calma. La mayoría de los grandes exploradores presentes entonces en África Oriental pasaron por la ciudad. Durante la conquista colonial, se produjeron numerosos enfrentamientos en la región. Se instaló un puesto alemán y luego un fuerte alemán para controlar la ruta del lago Tanganica. La región está habitada por los nyamwezis, o pueblo de la luna, que ahora son en su mayoría agricultores. Sin embargo, los primeros viajeros de la segunda mitad del siglo XIX los describían como el pueblo más poderoso del interior, gracias sobre todo a su comercio con los árabes. Comerciaban con marfil, ciertos metales, sal y esclavos. Uno de sus últimos jefes fue Mirambo, apodado el Napoleón africano por Stanley, debido a su numeroso y muy organizado ejército, que había entrenado aprovechando las lecciones aprendidas de su cautiverio entre los ngonis del sur de Tanzania, una tribu guerrera emparentada con los zulúes. Mirambo mostró cierta apertura hacia los europeos e invitó a varias iglesias a establecer misiones en la región. Otro jefe, Isike, en cambio, se resistió firmemente a los alemanes. Durante la Primera Guerra Mundial, la ciudad se convirtió en el centro de la resistencia alemana a las tropas anglo-belgas.Hoy en día, Tabora (150.000 habitantes) no es una ciudad muy excitante, aparte de su animado mercado y la hermosa catedral de Santa Teresa. Su principal fuente de ingresos es la transformación del tabaco. Es una ciudad tranquila, sobre todo al atardecer, cuando los árboles de mango se difuminan en el cielo. El Museo Kwihare, a 9 km al noroeste del centro, está dedicado a Livingstone -que se alojó en esta casa varios meses antes de proseguir su viaje- y a los misioneros. Para comer, recomendamos los hoteles de 3 estrellas, donde la comida es la mejor, al igual que la higiene. Frente a la estación y el mercado hay un cajero automático del banco NBC.