BLUE OYSTER HOTEL

Un lugar mágico compuesto por tres grandes casas de una sola planta, directamente en la playa. El entorno es idílico, entre palmeras y buganvillas floridas. Con la marea baja se ven las mujeres que recolectan las algas de cultivo en la playa. Con la marea alta se puede nadar en una agua cristalina. Las habitaciones son sencillas, agradables y limpias, a precios razonables, decoradas con muebles zanzibaríes rústicos. El personal se nota implicado y es muy acogedor con sus huéspedes; el hotel está bien cuidado. El restaurante está frente al mar, a pie de playa, separado de la arena por una hilera de tumbonas y sombrillas de bambú. Sirven una cocina sabrosa y original al mediodía y por la noche. El spa emplea a dos hermanas de Jambiani, Zena y Kazja, que utilizan aceite de coco puro y especias de Zanzíbar para practicar relajantes masajes tradicionales. Se pueden alquilar bicicletas de montaña y proponen actividades náuticas clásicas con prestatarios seleccionados y serios.