FORTALEZA DE TSAREVETS (КРЕПОСТ ЦАРЕВЕЦ)
La fortaleza fue destruida por los otomanos, pero aún hoy pueden verse sus impresionantes ruinas.
La colina de Tsarevets es una de las atracciones de Veliko Tarnovo. Se divisa a lo lejos desde casi todas las entradas a la ciudad. Se puede subir a pie dando un paseo para acercarse a los restos de la fortaleza y desde allí ofrece una magnífica vista de Veliko Tarnovo y el serpenteante río. La colina fue ocupada por primera vez por los tracios en el milenio II a. C., pero la fortaleza propiamente dicha se fundó en el siglo XII. Entre 1185 y 1393, Veliko Tarnovo (entonces llamada Tarnovgrad) se convirtió en la capital del Segundo Imperio Búlgaro, con la fortaleza como centro del poder político y religioso. Los otomanos acabaron destruyéndola, pero aún hoy pueden verse sus impresionantes ruinas. Todavía se puede observar el palacio real, así como muchas iglesias y casas. La puerta principal, al oeste, tuvo en su día un puente levadizo; al norte está la Lobnata Skala, una roca que sobresalía desde la que se arrojaba a los condenados a muerte: Al sur está la torre de Balduino. La iglesia de la cima, con sus frescos monumentales de 1981, es una reconstrucción del templo original.
Dato interesante: Balduino I de Flandes, emperador del Imperio latino, fue encarcelado en la torre que lleva su nombre. Tras la batalla de Adrianópolis en 1205, fue tomado como rehén por el zar búlgaro Kaloyan y cuenta la leyenda que recibió las atenciones de la reina búlgara durante su cautiverio.