MANSOURAH
En el último año del siglo XIII, mientras continuaba el asedio a Tlemcen, el sultán meriní de Fez, Abu Yacoub, hizo construir una residencia real y viviendas en las inmediaciones para alojar a sus tropas durante el invierno. La nueva ciudad está rodeada por una muralla y se llama modestamente "campamento de la victoria", El-Mahala El-Mansourah. Durante los ocho años del severo bloqueo de Tlemcen, el campo de Mansourah recupera las actividades comerciales de la ciudad asediada y se desarrolla para competir seriamente con su vecino. Se construyeron caravasares para albergar las caravanas, baños y una mezquita y la ciudad adquirió el aspecto de una capital regional. Cuando Abu Yacoub es asesinado por uno de sus esclavos, el demasiado joven Mansourah no resiste a la oleada defensiva de los sitiados de Tlemcen que empuja a los meriníes fuera de las murallas de Tlemcen la Nueva.
Pero en 1335, Abu El-Hassan volvió a la carga y no dejó a Tlemcen ninguna posibilidad. Mansourah fue restaurada y convertida en la capital del gobierno meriní, dominada por el Palacio de la Victoria construido en esa época. Más tarde, cuando Tlemcen recuperó parte de su fuerza, Mansourah decayó hasta ser desmantelada y arrasada. No queda mucho, salvo algunos elementos constructivos reciclados durante la construcción de otras mezquitas, trozos de los 4.000 m de recinto y de la Mausala, y, sobre todo, el alminar de la mezquita, de 40 m de altura, y un monumental pórtico que se abre sólo al cielo.