MUSEO MARITIMO Y DEL PRESIDIO
Cómo llegar y contactar
Edificio de visita obligada en Ushuaïa, con librería, galería de arte, cafetería y 2 museos: el Museo Marítimo y el Museo Penitenciario.
Hoy en día alberga dos museos y el edificio de la antigua prisión de Ushuaia data de 1920. En 1884, el gobierno argentino decidió instalar una prisión militar en la isla de los Estados. En 1902, por razones humanitarias, fue transferido a Puerto Golondrina, al oeste de Ushuaia. Así comenzó la construcción de su propia prisión por los propios prisioneros. La configuración en forma de pulpo de los locales se ha conservado totalmente: una sala central permitía la vigilancia de todos los pasillos donde se alineaban las células. En 1911, un decreto presidencial ordenó la fusión de esta prisión militar con la prisión para reincidentes, que funcionaba desde 1896. El objetivo del gobierno era iniciar el asentamiento de la zona, animando a las familias de los convictos a establecerse en los alrededores. Cerrada en 1947, la prisión fue transferida al Ministerio de la Marina, que la transformó en un hospital marítimo. Hoy en día, alberga una especie de complejo cultural abierto al público. Puede que nos ofenda un poco el precio de la entrada cuando descubrimos una museografía anticuada, pero estas viejas fotos y pequeños objetos todavía consiguen sumergirnos en la época de la penitenciaría, la construcción del tren más meridional del mundo por parte de los convictos o para desandar la historia de los barcos y sus tripulaciones que vinieron a conquistar Tierra del Fuego. Por lo tanto, la entrada está ocupada por el Museo Marítimo, que cuenta la historia de la región a través de las diversas expediciones marítimas. Ofrece interesantes mapas y modelos de naves. Pero lo más sorprendente está en la planta baja del pabellón 4: las celdas se han convertido en el Museo Penitenciario, donde se puede descubrir la historia de algunos de los prisioneros, famosos criminales y políticos, que permanecieron en la prisión. Destaca la inquietante escultura y no menos escabrosa biografía de Santos Godino, el Petiso Orejudo, un joven incendiario y estrangulador de niños... Arriba, unas celdas presentan la historia de la conquista de la Antártida. En el exterior se puede visitar la réplica a escala del famoso "Faro del fin del mundo" descrito por Jules Vernes y construido en 1884 al este de la Isla de los Estados. Finalmente, también hay una librería, una galería de arte y un agradable café. Una visita informativa e inmersiva que le permitirá aprender más sobre el rico pasado de este pequeño rincón del mundo.
Une partie est également reservée à l'histoire maritime et une exposition sur la faune de la région c'est une excellente visite mais on ressent un malaise à la visite de ces cellules super étroites