2024

ABADÍA DE KRŠČANSTVA (MUZEJ KRŠČANSTVA)

Abadía monasterio y convento

El monasterio más antiguo del país (1132) fue fundado por el Patriarca de Aquileia Peregrin. Treinta años después de la fundación de la orden cisterciense, los monjes llegan a Stična con el constructor Michel Cementarius. En el siglo XV, las invasiones turcas causaron grandes daños. La abadía está en plena floración 2 siglos después. A finales del siglo XVIII, la orden fue disuelta por José II y la vida monástica no volvió a comenzar hasta 1898.

La iglesia abacial de tres naves, barroca, conserva sus orígenes románicos con ventanas estrechas en doble fila. Entre las bellas piezas: el monumento funerario (1623) del abad Jakob Reinprecht, la caja del órgano (1747) y el Vía Crucis, cuyas catorce estaciones son obra de Fortunat Bergant (1766). Al sur, deténgase en la belleza de las figuras decorativas para admirar los frescos del siglo XIV: alegorías de los Cuatro Vientos y las Cuatro Virtudes, patriarcas y profetas en las bóvedas del claustro. El refectorio con su techo rosa, decorado con estucos, merece una mirada. La biblioteca ya no tiene libros del siglo XII, que ahora se encuentran en la Biblioteca Nacional y Universitaria de Ljubljana.

En el siglo XVI, la abadía se amplió con un edificio de dos plantas. El vestíbulo de la triple bóveda de cañón está decorado con motivos vegetales, florales, de bayas y de aves. Esta ala se llama Abadía de Neff, en honor a su abad. El lado sur se cerró en el siglo XVIII para formar un patio barroco. Una doble escalera conduce a la sala de finales del siglo XVIII, conocida como la capilla del abad, finamente decorada. En el lado norte, el patio está cerrado por la antigua prelatura que acogía, entre sus huéspedes, a los jinetes. La torre que marcaba la entrada principal. El vestíbulo está decorado con estucos (1620) de gran belleza que representan a los Padres de la Iglesia y el Juicio Final. El patio y sus alrededores han sido renovados. Haga un recorrido por el exterior de este vasto conjunto para apreciar su importancia.

En el museo religioso inaugurado en 1985, hay muchas reliquias como objetos de culto, muebles, estatuas. Nos permiten entrar en contacto con el trabajo del misionero Friderik Baraga, nativo de Trebnje que viajó a Norteamérica en el siglo XIX para evangelizar a los indios Chippewa. La guía del monasterio existe en francés y puede ser esencial para una mejor comprensión de las diferentes cuestiones históricas y religiosas.

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