Izola

Este restaurante de ambiente tradicional y local no parece gran cosa. Sin embargo, nada más entrar por la puerta, uno queda encantado con la refinada cocina que contrasta con el ambiente popular del lugar. Para los entrantes, recomendamos el delicioso tartar de atún o el suculento y perfectamente elaborado guiso de pescado picante. El plato principal es una apuesta segura: el mejor pescado de la costa eslovena. Los postres están a un nivel por debajo en términos de originalidad y calidad.

Restaurante tradicional con especialidades locales (pescado de mar fresco, carne, sopas, etc.). Recomendamos especialmente el bistec trufado con jamón local o el gulash de venado con ñoquis. Son años de tradición en un entorno auténtico: aquí comerá tranquilamente en medio de la naturaleza, con vistas a las montañas desde las colinas. Los precios son bastante asequibles y las porciones, generosas, aunque los platos han perdido algo de calidad con los años. Es una lástima, pero se puede remediar.

El restaurante del complejo Belvédère ofrece unas vistas inmejorables de toda la costa eslovena, así como delicias culinarias de primera calidad. Un lugar popular en verano por su amplia terraza con vistas al mar, pero también en invierno gracias a sus grandes ventanales. La cocina mediterránea utiliza el marisco con sofisticación, y hay muchas opciones para compartir, como el pescado a la sal, el risotto del mar o la marmita de marisco. Sólo queda brindar con una copa de penina eslovena.