Los mejores restaurantes Manila

Pequeño restaurante situado a la sombra de un gran árbol (de ahí el nombre) que sirve deliciosa comida vegetariana. Aquí nos gusta lo natural: verduras frescas, preparaciones sanas, personal amable, todo ello en un ambiente acogedor y sencillo. La casa sirve generosos platos vegetarianos, veganos y sin gluten que harán las delicias incluso de los carnívoros. El menú es variado y se inspira en todas las cocinas del mundo: tofu teriyaki, cuscús vegetal, espaguetis y lasaña, hamburguesa de tofu y nueces, ensalada mediterránea, sopas y sándwiches.

En un ambiente elegante y relajado, sobre todo en la agradable terraza, People's palace sirve la mejor cocina tailandesa y ofrece un servicio amable y eficaz. En el menú: currys caseros, pad thai, sopas thom yum, etc. Todo está disponible en versión vegetariana. De postre, pruebe el arroz pegajoso de mango. Platos frescos y deliciosos en un entorno encantador, lo recomendamos encarecidamente, pero es mejor reservar, ya que tiene fama de ser uno de los mejores restaurantes tailandeses de Manila.

El Café Curies es la dirección que faltaba en Manila (nos parece). A partir de ahora, podrás degustar deliciosos filetes tartares o imponentes costillas de ternera cocidas a la perfección, y todo ello por un precio asequible. Añádase el buen humor del personal, y aquí tienes todos los ingredientes para pasar una excelente velada. Y por qué no acompañados de una buena copa de vino bajo la "tonnelle". Se recomienda.

Aquí se revisitan con gran talento los clásicos de la cocina catalana y española. No es de extrañar que Las Flores se haya convertido en la comidilla de la ciudad y atraiga a toda Manila (el concepto se ha desarrollado y Las Flores florece en toda la ciudad). La decoración, cálida y moderna a la vez, está pensada hasta el último detalle, mientras que la terraza exterior es ideal para saborear uno de los muchos cócteles de autor perfectamente ejecutados. En el plato, recomendamos las tapas, bastante originales, y la paella con arroz negro.

Este restaurante, al estilo de un bistró local con decoración vintage, está estratégicamente situado en la rotonda de Malate. La carta, bien surtida, incluye todas las especialidades filipinas (adobo, carne a la parrilla o en salsa, arroz al ajillo, especialidades de pescado, etc.), pero también cocina española y mediterránea más bien sencilla y los grandes clásicos internacionales, bistec con patatas fritas, tortillas y ensaladas. Es rápido y eficaz. Otras direcciones en la ciudad. Una dirección muy popular entre los filipinos.

Azuthai sirve cocina tailandesa de estilo familiar preparada según las recetas del chef Watee. La carta está bien surtida y los platos son contundentes, suficientes para complacer a los fans del país de las sonrisas. Para empezar, recomendamos los deliciosos pasteles de pescado y gambas, o la ensalada de pato crujiente. Y si le apetece probar un pescado local, el apahap de lima al vapor es sencillamente divino. Los postres también son muy buenos, no te vayas sin probar el mango con arroz glutinoso. Servicio atento y sonriente.

Según muchos de los aficionados habituales a la gastronomía de la capital, es el mejor restaurante de especialidades filipinas de la ciudad. ¿Quiénes somos nosotros para discrepar? En un refinado ambiente de bistró filipino de los años 90 y en manos de un personal amable, disfrutará de platos tradicionales que (¡por fin!) muestran las cualidades culinarias de Filipinas. Sopas, Sisig, lechón, Adobo, Pancit... es la oportunidad perfecta para probar una de las muchas especialidades locales. No te pierdas el arroz cocido con coco. Imprescindible probarlo

Todos los días y a cualquier hora del día o de la noche, este restaurante sirve desayunos que combinan cocina filipina y americana. Se pueden encontrar todas las especialidades locales a base de pollo y cerdo, pero también toda una carta de tortitas y gofres que se pueden aderezar con diferentes toppings (chocolate, caramelo, oreo, salsas de frutas, etc.), así como una amplia selección de bebidas. Está bueno, es barato y el entorno es agradable.

No se deje engañar por el exterior algo inocuo de este restaurante. El interior, con sus paredes de ladrillo rojo visto, sus mesas de madera cubiertas con manteles blancos y su mostrador de bistró recuerda a España, por supuesto. El ambiente (a menudo con música en directo por la noche) es agradable. En cuanto a la comida, hay una amplia gama de opciones. En primer lugar, se puede disfrutar de unas tapas muy buenas antes de probar una paella (la especialidad) o cochinillos asados. Una dirección auténtica y sin pretensiones.

A la entrada del encantador pasaje de San Luis, en un antiguo edificio colonial donde todo respira el siglo ^XIX , sirven una muy buena cocina filipina pero también española. Paella de marisco, carnes a la brasa, adobo de pollo, fideos... Prueba el Amelie de marisco, un hojaldre de vieiras, gambas y carne de cangrejo, servido con un medallón de ternera. Al mediodía, se sirve un bufé a buen precio. Por la noche, un espectáculo de danza tradicional ameniza la cena.

Situado cerca de Roxas Boulevard y Dolomite Beach, es un lugar sin pretensiones ni florituras, pero merece la pena hacer una parada si se está por la zona para comer. Los amantes de los kebabs, hummus, falafel, tabbouleh y shawarmas no pueden irse de Manila sin probarlos aquí. Es comida sencilla, para llevar, pero elaborada con buenos productos y las raciones son generosas. Los precios son bastante razonables y el ambiente es agradable. En resumen, un buen lugar para comer sobre la marcha

Elegir uno de los restaurantes del Hotel Manila ya es una oportunidad para sumergirse en este lugar histórico. El Café Ilang-Ilang, por su parte, seguro que satisface cualquier paladar, ya que ofrece bufés de todo el mundo: pizza al estilo italiano, sushi recién hecho, marisco fresco, especialidades filipinas como cochinillo, platos coreanos y un mostrador de postres magistrales, todo ello en un ambiente relajado. Es la combinación perfecta de la elegancia del emblemático Palace y la promesa de una gran experiencia gastronómica

El restaurante tiene un ambiente mediterráneo tanto en el interior como en el exterior. El personal es muy amable. Se puede fumar narguile mientras se degusta pan oriental acompañado de carne halal o hummus. Pruebe el estofado de cordero, la moussaka griega, el souvlaki (ternera y pollo marinados con verduras y tzatziki), todo tipo de currys, ensaladas de Oriente Medio y té y café de todo el mundo.... En resumen, cocina IMAM como se suele decir: india, mediterránea, africana y de Oriente Medio.

He aquí una dirección que es una adición bienvenida al panorama culinario un tanto monótono de Manila: un restaurante vegano, sí, ¡pero un restaurante filipino al fin y al cabo! Cuando abrió en 2018, Cosmic se propuso hacer accesible la cocina vegetariana a los filipinos que no están acostumbrados a no comer carne. Y la apuesta salió bien, ya que el local (que desde entonces es 100% vegano) está siempre lleno y se ha abierto una segunda dirección en Pasig. En el menú, los clásicos revisitados y ¡deliciosos!

El restaurante sirve cocina local en un ambiente moderno y acogedor. También dispone de terraza. El menú incluye especialidades filipinas como adobo de cerdo, pescado frito o en salsa, pollo a la parrilla, cochinillo, calamares, costillas con salsa de ajo y miel, etc. El menú contiene fotos, así que aunque no sepas nada, te será más fácil hacer tu elección. Un buen lugar para (re)descubrir la sabrosa cocina filipina Hay varios Sentro 1171 en el resto de la ciudad.

Este restaurante está dividido en dos partes: la planta baja, cuyo ambiente parece un fast-food y ofrece el té con la comida. En el primer piso, el concepto es diferente: se come en pufs y hay una carta de vinos y alcoholes bastante variados. Además, hay un DJ que pasa de la música de ambiente. Las tarifas son muy asequibles para uno como para el otro y la especialidad de la casa es la sopa de fideos en todas sus formas; son deliciosas.

Una cadena que propone pollo cocinado en todas sus formas y clásicos filipinos. Una institución.

El Jardín de Corea es ante todo una historia familiar. Es la historia de Kim Chung Ae, que, al enamorarse de un soldado filipino en 1952, dejó su país y se trasladó a Manila. Empezó a cocinar para sus amigos y familiares, y una cosa llevó a la otra y en 1974 abrió un restaurante. Desde hace 50 años, aquí se preparan con esmero todos los grandes clásicos de la cocina coreana (hay incluso un menú vegetariano) en un ambiente casero. kimbap, bibimbap, mandu... Una delicia Imprescindible.

En este restaurante, conocido por su buena comida filipina, se come con los dedos a la manera tradicional y es atendido por un personal disfrazado que canta algunos clásicos filipinos. El bufé es enorme y ofrece todos los clásicos filipinos, así como platos internacionales, todo lo que puedas comer. Los menos aventureros siempre pueden cenar en la planta baja, donde aceptan cubiertos. Si es tu cumpleaños durante el mes, es gratis para ti si vienes con dos invitados.

Este restaurante sirve platos de inspiración oriental y su especialidad es el kebab.