Guía de viaje Morro Bts São Paulo

Llegar a la aldea de Morro de São Paulo merece la pena. El viaje comienza con un paseo de 2 horas en catamarán desde Salvador (o en barco tradicional desde Valença) por una costa de cocoteros y manglares. Luego se ve una colina protegida por fortificaciones que datan de 1630 y veleros de madera. Es una visión sacada de una película de piratas, y uno espera ver a Johnny Depp a bordo de un barco. En la cima, dominando la escena, un faro blanco. Era un pueblo, dos o tres callejuelas de arena. Rodeando el pueblo, las playas salvajes, decenas de kilómetros de arena blanca y franjas de palmeras. Hoy, el ambiente ha cambiado un poco. Pousadas y restaurantes han sustituido a las casas de los pescadores, pero los brasileños y algunos turistas extranjeros adoran este entorno donde la naturaleza sigue omnipresente. Sin coche, ¡no hay adónde ir! Alrededor del pueblo, las playas son salvajes, con decenas de kilómetros de arena blanca y franjas de palmeras.Las playas están numeradas: Primeira, Segunda, Terceira y Quarta Praia. Cuanto más se avanza, más tranquila se vuelve. Y para llegar a la cuarta, hay que pasar por las otras playas, que están a sólo 15 minutos a pie y ofrecen unas vistas tan bonitas que es difícil no pararse a darse un chapuzón en las aguas claras y cálidas que hay por el camino.Por la noche, de nuevo en el pueblo, irresistiblemente atraído por las luces, la música de los cafés y las pequeñas tiendas que se alinean en la plaza..