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Influencias europeas

Podríamos hacer coincidir los inicios de la literatura de las regiones que nos interesan con la llegada de los portugueses, citando por ejemplo las Cartas que el jefe de la primera misión jesuita, Manuel da Nóbrega (Sanfins do Douro, 1517 - Río de Janeiro, 1570), enviaba a sus superiores para mantenerlos informados de sus viajes por el interior y de sus contactos con los indígenas. Estos documentos, que se asemejan a la llamada literatura catequética, forman parte más generalmente del "quinhentismo", es decir, del corpus de textos informativos que mezclaban crónicas y descripciones. Los escritores de la segunda generación, aunque nacidos en el país, tampoco escaparon a la influencia europea, y el barroco fue importado y luego desarrollado, aunque Río de Janeiro y Minas Gerais sucumbieron más al arcadismo -que podría calificarse de neoclasicismo- con la creación, unos diez años después de la de Lisboa, en 1757, de la Arcadia Ultramarina en Vila Rica (actual Ouro Preto). Varios autores se afiliaron a ella, como Domingues Caldas Barbosa (Río de Janeiro, 1740-1800), Basilio da Gama (São José do Rio das Mortes, 1741-1795) e Inácio José de Alvarenga Peixoto (Río de Janeiro, 1742-1792), pero fue Cláudio Manuel da Costa (Mariana, 1729-1789) quien ejerció de líder, ya que sus Obras poéticas son representativas de esta escuela

Luego, en 1811, nació en Río de Janeiro el que es considerado uno de los pioneros del romanticismo brasileño, gracias a su colección Suspiros poéticos e saudades: Domingos José Gonçalves de Magalhães, que murió a los 70 años en Roma. Médico de profesión -actividad que compartía con Joaquim Manuel de Macedo (1820-1882), autor de la novela sentimental La Brunette (1844) -, también se dedicó al arte de la escena con el drama António José, o O Poeta e a Inquisição, que se representó el 13 de marzo de 1838 en Río y se considera el precursor del teatro brasileño. Por último, se asocia a Magalhães con el indianismo por su poema épico A confederação dos Tamois (1857), tema que compartió con José Martiniano de Alencar, fallecido en Río en 1877, aunque sus opiniones difieren. Alencar, en particular, alcanzó gran fama con su trilogía O Guarani, Iracema y Ubirajara , que celebraba el mito del indio valiente que vivía en armonía con la naturaleza, imagen que mantuvo imaginando una historia de amor entre una joven portuguesa, Cecilia, y Peri, que acabó demostrándole que no era en absoluto un "salvaje"

A finales del siglo XIX se creó una Academia Brasileña de las Letras inspirada en la francesa. Entre los miembros fundadores, que se reunieron por primera vez en 1897 en Río de Janeiro, estaban João Franklin da Silveira Távora (1942-1888), autor de la novela regionalista O Cabaleira, y el diplomático Joaquim Nabuco (1849-1910), que hizo campaña por la abolición de la esclavitud, al igual que Ruy Barbosa de Oliveira (1849-1923) y José do Patrocínio (1853-1905), Sílvio Romera (1851-1914), que escribió una ambiciosa História da Literatura brasileira, el dramaturgo Artur Azevedo (1855-1908), el crítico José Veríssimo (1857-1916), y también Aluísio Azevedo (1857-1913), que, con O Mulato (1881), dio a Brasil una de sus primeras grandes novelas naturalistas. También podemos mencionar a Alberto de Oliveira, nacido en Saquarema en 1857 y fallecido en Niterói en 1937, que junto con Raimundo Correia y Olavo Bilac formó la "tríada parnasiana", que seguía el famoso precepto "El arte por el arte" de Theophile Gautier, o a Luís Murat (1861-1929), poeta asociado al simbolismo. Sin embargo, el que realmente marcaría su época y un cambio en la literatura brasileña fue el mayor de todos ellos, y de hecho su primer presidente: Joaquim Maria Machado de Assis, nacido en Río de Janeiro en 1839.

Hacia una literatura moderna

Machado de Assis es sin duda un autor de gran importancia en Brasil, y más globalmente en el mundo literario de habla portuguesa. Nieto de esclavos liberados e hijo de sirvientes, su educación se redujo a un mínimo estricto, ya que comenzó a trabajar a una edad temprana. Autodidacta y curioso, adquirió sin embargo una gran cultura que le permitió ocupar un puesto en la administración pública, al tiempo que iniciaba una carrera literaria que le llevaría a lo más alto. Su prolífica y ecléctica obra se caracterizó inicialmente por el romanticismo y el convencionalismo, antes de que una súbita ruptura le llevara a encabezar el movimiento realista, quizá animado por los cientos de columnas periodísticas que escribió sobre temas de sociedad. Esta segunda fase comenzó con la publicación en 1881 de las Memorias póstumas de Bras Cubas, que habían aparecido por primera vez en forma de serie el año anterior en la Revista Brasileira. Esta autobiografía ficticia de un hombre que lucha toda su vida por alcanzar una hipotética gloria es por momentos cáustica, atrevida en su forma y a veces política. Junto con Dom Casmurro y los ojos del oleaje y Quincas Borba: el filósofo o el perro, forma una trilogía que puede ser descubierta por Métailié, que también ha traducido de Machado El alienista, Lo que los hombres llaman amor, El reloj de oro y otros cuentos... Euclides da Cunha nació en 1866 en Cantagalo, en el estado de Río de Janeiro, donde murió en 1909. Su experiencia como corresponsal de guerra en Canudos, durante el conflicto que enfrentó al gobierno con un grupo de 30.000 colonos independientes entre 1869 y 1897, le proporcionó el material para su obra maestra Os Sertões (que se convirtió en Hautes terres, publicada por Métailié). En francés, también se puede leer otro ensayo, esta vez sobre la esclavitud de los trabajadores del caucho, L'Invention de l'Amazonie : trois récits (Chandeigne), que sigue siendo sorprendentemente -y desgraciadamente- actual

La última generación del siglo XIX no es menos fértil. Así, tanto João do Rio (1881-1921) como su perfecto contemporáneo Lima Barreto se dieron a conocer como periodistas, evocando este último las dificultades sufridas a causa del color de su piel en varios textos que aún ofrece L'Harmattan: Sous la bannière étoilée de la Croix du Sud, Souvenirs d'un gratte-papier (Recuerdos de un chupatintas ) y Vie et mort de Gonzaga de Sa. Ronald de Carvalho, 12 años menor que ellos, participó en la revista modernista Orpheu, que sólo apareció dos veces, pero que se enorgullecía de contar con Pessoa y Almada Negreiros entre sus colaboradores. En la misma línea, Cecília Meireles (1901, Río de Janeiro-1964) inauguró el siglo XX con una floritura, y sigue siendo considerada una inmensa poetisa. Carlos Drummond de Andrade (Itabira, 1902-Río de Janeiro, 1987) dio amplitud a la poesía al introducir la modalidad de verso libre, mientras que Adalgisa Nery (1905-1980) se apartó de ella para adentrarse en la autobiografía con su novela A imaginária, que revela la violencia conyugal de la que había sido víctima durante su primer matrimonio. Por último, João Guimarães Rosa (Cordisburgo, 1908-Río de Janeiro, 1967) destacó en el difícil género del cuento, como confirmó la editorial Chandeigne con Mon Oncle le jaguar & autres histoires, antes de desplegar su talento en un libro que se ha convertido en un clásico, Diadorim (Le Livre de Poche). Este título, aclamado internacionalmente, cuenta las aventuras de un "jagunço" en el Sertão (el árido y hostil interior) en primera persona, con un estilo único y cercano a la oralidad

A lo largo del siglo XX, la literatura brasileña demostró en varias ocasiones que se había afirmado y emancipado de los modelos europeos, y que en adelante habría que tenerla en cuenta, como subrayó el prestigioso Premio Camões concedido a Rachel de Queiroz, que fue también la primera mujer en ingresar en la Academia Brasileña de Letras. Murió en 2003 en Río, relatando su Nordeste natal enLa Terre de la grande soif (La tierra de la gran sed ), disponible en Anacaona, y ofreciendo un sobrecogedor retrato psicológico de un asesino en João Miguel, de la misma editorial. Lucio Cardoso también tejerá tramas dramáticas(Crónica de la casa asesinada) o expresionistas(Inacio), pero es al realismo mágico al que se dedicará Murilo Rubiao(El ex-mago de la taberna del Miño y otros relatos, publicados por L'Arbre Vengeur). Estos autores exploran diversos géneros, pero destaca una autora con una voz única: Clarice Lispector, nacida en Ucrania de padres judíos, que llegó a Brasil cuando sólo tenía unos meses. Si las recientes reediciones de sus obras en francés sirven de ejemplo, su fama no se desvanece, y la editorial Les Femmes le ha dedicado un estuche para celebrar el centenario de su nacimiento en 2020, algunos de sus cuentos pueden leerse ahora en rústica(Bonheur clandestin), así como sus novelas(L'Heure de l'étoile), su abundante correspondencia ha sido reunida y sus clásicos inclasificables siguen respaldando su raro talento(Agua viva, La Ville assiégée, Le Bâtisseur des ruines..)

Literatura contemporánea

Como sugirió la posteridad de Clarisse Lispector, la segunda mitad del siglo XX demostró que las mujeres ya tenían libertad para expresarse en la literatura, como en el caso de Nélida Piñón -cuyo nombre de pila era un anagrama del de su abuelo-, que se esforzó por relatar el exilio de su familia en A República dos Sonhos (La República de los Sueños), ¡publicado por Editions des Femmes), o Ana María Machado, que se dirigió al público infantil en textos que ganaron el Premio Hans Christian Andersen en 2000 (Rêve noir d'un lapin blanc, Quelle fête! publicado por Vents d'ailleurs), un nicho que Ângela Maria Cardoso Lago (1945-2017) también llenaría con sus álbumes ilustrados para los más pequeños. Sin embargo, la autora ganadora de todos los votos ya impresionaba por su atípico origen: nació en una favela de Belo Horizonte en 1946. De origen afrobrasileño, Conceição Evaristo tuvo que enfrentarse a muchos obstáculos materiales para sobrevivir, pero los cuentos y leyendas que le contaban de niña le sirvieron de consuelo y alimentaron su pasión por las palabras. Fue aclamada cuando se publicó su primer texto en 2003: Ponciá Vicêncio (La historia de Poncia, Ediciones Anacaona) vendió varios miles de ejemplares. Pero, más allá de la forma, este flujo de recuerdos, vividos y recogidos, es el garante de la memoria de un pueblo mestizo que tuvo que enfrentarse a la descolonización y luego a los tormentos de la discriminación racial, lo que explica que sus otros textos -desde Banzo, memorias de la favela, hasta su poesía (Poemas de la memoria y otros movimientos) y sus relatos (Sus ojos de agua) -

fueran muy esperados.

Si Conceição Evaristo tuvo un gran público internacional, ¡qué decir del impacto de El Alquimista, que ha vendido decenas de millones de ejemplares desde su publicación en 1988! En este indiscutible bestseller, Paulo Coelho -nacido en Río de Janeiro en 1947- describe la búsqueda iniciática de un joven pastor andaluz, Santiago, que, en su búsqueda de un tesoro, descubre el que posee en su interior. Este libro fue escrito por un hombre cuyo padre tuvo a bien internarlo en un hospital psiquiátrico cuando se dio cuenta de su potencial creativo, un episodio que aparece de fondo en Veronika decide morir. Su "leyenda personal", que no dejaría de llevarle por el camino equivocado -desde el movimiento hippie hasta las cárceles de la dictadura-, le llevó a Santiago de Compostela, experiencia que inspiró su primer texto completo, El peregrino de Compostela, estableciendo la atracción por una espiritualidad a la que responderían constantemente sus otros libros: El periodista Fernando Morais se interesó por este increíble destino dedicándole una biografía, El mago de la luz

, disponible en J'ai Lu. Aunque pocos autores pueden igualar el inconmensurable éxito de Paolo Coelho, hay muchos que siguen contribuyendo a la literatura brasileña, y no será difícil encontrarlos entre los nativos de Minas Gerais o Río de Janeiro, sobre todo porque estos estados parecen dar un lugar especial a los libros, como parece indicar la creación en 2007 del Premio de Literatura de Minas Gerais. Del mismo modo, las numerosas traducciones de las que se benefician son una garantía de su talento, y permiten, por ejemplo, que los lectores franceses descubran desde dentro la favela carioca en la que creció Paulo Lins en los años 70. Su nativa "Cidade de Deus" también le dio el título de su obra más conocida, que se convirtió en La Cité de Dieu en 2003 (Gallimard). Asphalte Editions publicó posteriormente Depuis que la samba est samba, un nuevo fresco urbano y popular, esta vez ambientado en los años veinte. Si quiere captar el ambiente de Río de Janeiro, también puede recurrir a L'Homme du côté gauche de Alberto Mussa, publicado por Phébus (para adultos), o Quand le cœur s'arrête de Adriana Lisboa, publicado por La Joie de lire (para adolescentes). Ambos autores se han interesado también por el resto del mundo, el primero escribiendo sobre poetas preislámicos(L'Énigme de Qaf , publicado por Anacharsis), el segundo dando forma a personajes que se exilian en Estados Unidos en Bleu Corbeau, y en Vietnam en Hanoi. Finalmente, con sus novelas gráficas, Marcello Quintanilha(Écoute, jolie Marcia, Âmes publiques, Les Lumières de Niteroi... publicadas por Çà et Là) ofrece otra nueva forma de entender Brasil.