CATALINA HOTEL
Este pequeño hotel, totalmente blanco y rojo, está vestido en un estilo muy refinado y de diseño, y es uno de los más de moda de su categoría. En los pasillos interminables, la gruesa moqueta roja, bien kitsch, contrasta con el parqué blanco de las 143 habitaciones, a veces ruidosas debido a los vecinos o al aire acondicionado. Aunque pequeñas, las habitaciones, con mobiliario y decoración exclusivamente blancos, son muy agradables, y las camas son tan cómodas como las sábanas son sosas. Los cuartos de baño, modernos y limpios, están repletos de toallas y productos cosméticos de marca. Bonita piscina con colchones y camas de baldaquino. El hotel también es muy apreciado por sus cócteles en happy hours todas las noches de 19:00 a 20:00, sus sushis del restaurante Kung Fu Kitchen & Sushi y sus hamburguesas del Maxine's Bistro. No se pierda la 2 ª piscina del hotel en la azotea.
Once we made it into the room, we had noticed that there was chewing gum on the headboard, blood and other stains on the sheets and no towels.This makes me think that the room hadn’t even been cleaned.
Staff were not apologetic at all so therefore I would not recommend this hotel to anyone.
Lage und Personal top.