SANT'ANGELO LAYING

Este puente emblemático de Roma salva el Tíber, abriendo un majestuoso camino hacia el Castillo de Sant'Angelo. Construido hacia el año 123 d.C., durante el reinado de Adriano, se llamaba entonces Pons Aelius, como demuestran los grabados de sus extremos, y estaba dedicado al mausoleo imperial del emperador. Más tarde, se convirtió en el principal acceso de los romanos al Vaticano y a la cercana basílica de San Pedro. El complejo pasó a llamarse "San Ángel" en honor al Arcángel Miguel, que se dice que protegió a la ciudad de la peste negra hacia el año 600. Durante el saqueo de Roma en 1527, el Papa Clemente VII logró escapar de los ejércitos de Carlos V desde el castillo. A su regreso, hizo decorar el puente con las estatuas de San Pedro, de Lorenzetto, con cuatro evangelistas, y San Pablo, de Paolo Romano, con cuatro patriarcas del Antiguo Testamento: Adán, Noé, Abraham y Moisés. Pero a pesar de su simbolismo cristiano, el puente fue escenario de macabras ejecuciones, con cabezas expuestas a lo largo del parapeto.

En 1667, el Papa Clemente IX encargó a Bernini que renovara el puente y lo convirtiera en una obra de arte. Abrió balaustradas para aprovechar las vistas sobre el río y creó un Vía Crucis con diez ángeles que llevaban los instrumentos de la Pasión al castillo. Los más notables son: el ángel con la columna (de Antonio Raggi), el ángel con el látigo (de Lazzaro Mrelli), el ángel con la corona de espinas (del propio Bernini), el ángel con la cruz (de Ercole Ferrata) y el ángel con la lanza (de Domenico Guidi).