Jardins del Compo © Alvaro German Vilela - Shutterstock.com.jpg
La roseraie dans la par del Oeste © Vivvi Smak - Shutterstock.com.jpg

Parques y jardines: pulmones verdes en la ciudad

Madrid hará las delicias de los visitantes en busca de naturaleza. La ciudad, de fácil acceso a pie, cuenta con parques y jardines de ambientes muy variados, y es un lugar de descanso popular para muchos madrileños. El primero y más importante es el Parque del Retiro, un vasto oasis de 125 hectáreas con esculturas, parterres y un estanque, creado en el siglo XVII. Los paseantes pueden disfrutar de la puesta de sol desde los más íntimos jardines de Sabatini, construidos en los años 30 a lo largo de la fachada norte del Palacio Real. Muy cerca, los jardines del Campo del Moro, inspirados en los jardines ingleses del siglo XVIII, desprenden un encanto único, con sus esculturas neoclásicas y sus vistas del Palacio Real. Frente a la entrada de estos jardines, el visitante descubrirá los jardines de Oriente, parterres diseñados en torno a la estatua de Felipe V. La Casa de Campo es un vasto parque urbano de 17 km². Antiguo coto de caza real, incluye un parque de atracciones, así como zonas verdes y arboladas ideales para pasear. Los aficionados y curiosos no querrán perderse el Real Jardín Botánico. Data delsiglo XVIII y cuenta con más de 5.000 especies autóctonas y exóticas en sus parterres e invernaderos, incluyendo una colección de palmeras y bonsáis. El Parque del Oeste es un lugar único de descanso e historia. Verdadero bosque urbano, alberga una biodiversidad excepcional. Antiguo vertedero reconvertido en jardín a principios del siglo XX, luego campo de batalla durante la Guerra Civil -aún quedan casamatas en las zonas arboladas-, también es conocido por su rosaleda y el templo egipcio de Debod, salvado de quedar sumergido por las aguas durante la construcción de la presa de Asuán. Por último, a unos treinta kilómetros de Madrid, el tren turístico de la Fresa le llevará a descubrir los jardines de Aranjuez, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su paisaje cultural.

¿Capital verde? Entre el progreso y el retroceso

El impacto sanitario y medioambiental de las emisiones contaminantes a la atmósfera está ya bien documentado. En la capital española, estas se deben principalmente al tráfico rodado. Para luchar contra esta contaminación y permitir a los residentes respirar mejor, el ayuntamiento dirigido por Manuela Carmena entre 2015 y 2019 ha introducido algunas medidas importantes. La zona de cero emisiones, introducida en 2018 como parte del proyecto "Madrid Central", se extiende por todo el centro de la ciudad, cubriendo un área de 472 hectáreas. En concreto, los vehículos más emisivos están prohibidos en la zona, a excepción de los conducidos por residentes, taxis y camiones de reparto. Al mismo tiempo, la ciudad despliega una gama más amplia de servicios para fomentar los modos de transporte alternativos "blandos", desarrollando carriles bici, bicicletas de autoservicio y alquiler de vehículos eléctricos. El proyecto "Muévete en Verde", puesto en marcha en 2017, consiste en reverdecer los techos de 130 autobuses urbanos (líneas 27 y 30 inicialmente). La idea partió de un paisajista español, Marc Grañen, y se desarrolló posteriormente en el marco de la convocatoria de proyectos. Estas cubiertas verdes están diseñadas para reducir el ruido y la temperatura, filtrar la contaminación, favorecer la biodiversidad y almacenarCO2, por no hablar de su atractivo estético y su impacto en el bienestar de los residentes. Se calcula, por ejemplo, que estas cubiertas itinerantes podrían reducir la temperatura interior de los autobuses entre 3 y 4 grados durante el periodo estival, y que 1 m² de cubierta ajardinada podría absorber 20 kg deCO2 al año. Si se calcula esto para una red total de 1.900 autobuses, es decir, unos 20.000 m² de techo, se obtiene una capacidad de almacenamiento de 400 toneladas deCO2. Otras medidas aplicadas en la capital en la última década son la peatonalización de algunas calles (en torno a la Puerta del Sol y el Teatro de la Ópera) y la experimentación con la peatonalización de la Gran Vía, además de cubrir la circunvalación de Madrid (M30) con un jardín a lo largo del río Manzanares. La eficiencia energética de los nuevos edificios y la creación de huertos urbanos y jardines comunitarios son también áreas de desarrollo. A finales de 2017, la ciudad comenzó a desplegar la clasificación de residuos orgánicos en su territorio, dentro del programa "Acierta con la orgánica". En 2018, Madrid fue nombrada la ciudad más verde de España, junto con Vitoria-Gasteiz. Según la ONG Greenpeace, el plan "Madrid Central" ha permitido reducir un 20,4% las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) en 21 de las 24 estaciones de medición en solo un año. Un efecto bola de nieve que habría llevado a otras grandes ciudades del país, como Barcelona, a tomar medidas. Pero el nuevo ayuntamiento ha puesto freno al programa. El conservador José Luis Martínez-Almeida, que será elegido para dirigir la capital en junio de 2019, está deshaciendo poco a poco las acciones puestas en marcha, a pesar de la comunicación "verde". Se ha producido un auténtico retropedal, con la flexibilización de la zona cero emisiones, la supresión de los carriles bici, el aumento del número de aparcamientos públicos y la bajada de los precios de estacionamiento, el cuestionamiento de los proyectos de peatonalización... La sostenibilidad de la ciudad, que acogió la COP 25 en diciembre de 2019, está sufriendo un auténtico retroceso, para consternación de las asociaciones de protección del medio ambiente. Los problemas medioambientales de la ciudad siguen acumulándose: islas de calor, gestión de residuos (tasa de reciclaje insuficiente, emisiones de dióxido de azufre y furano de la incineradora de Valdemingómez) y contaminación atmosférica. La mentalidad del "todo coche" parece estar aún muy extendida, y hubo ciertas reticencias cuando se puso en marcha el proyecto Madrid Central. Sin embargo, las consultas ciudadanas también han puesto de manifiesto soluciones: peatonalización, mejora de la clasificación de residuos urbanos, desarrollo de la agricultura urbana, etc. El futuro dirá cómo superará la ciudad su ambivalencia para conseguir poner en marcha acciones eficaces y a largo plazo. En 2021 se puso en marcha un proyecto de "cinturón verde", con miles de árboles que crecen por toda la ciudad (aprovechando los espacios verdes existentes) para combatir el calentamiento global.