El nombre de la capital del país es el de un caballero francés de la orden de Malta, Jean Parisot de la Valeta, que fue el origen de la construcción de las fortificaciones de la ciudad. A menudo, los malteses la llaman Il-Belt, "La Cité". La Valeta, con sus 6.700 habitantes, es la capital europea más pequeña, al tiempo que es el corazón comercial y financiero de la isla. Pero es sobre todo por el encanto de su casco antiguo -y su historia casi legendaria- que hace su reputación y le valió su clasificación como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 1980 (véase recuadro).La "ciudad habitada" aparece así como un gran museo vivo donde pasado y presente se mezclan. El viento sopla por las calles creando un clima suave y un ambiente agradable. Es hora de ir a los jardines de Upper Barracca. Las vistas al Gran Puerto son magníficas. Puedes sentarte allí horas para contemplarla o mirar a la gente, malteses, enamorados y turistas que vienen a disfrutar de ella. Los ancianos indígenas discuten y identifican los últimos barcos que llegan para saber qué idioma será hablado en la calle Republic al día siguiente.La animación del centro en sí depende mucho de los turistas. A veces serán los únicos actores en las tardes de veranos quemantes. La vida nocturna tiende a desarrollarse poco a poco y su condición de capital europea de la cultura en 2018 contribuyó a impulsar su animación. Y también a reforzar la fiebre constructiva y renovadora que se apoderó de la ciudad, como de la isla.

¿Qué visitar La Valeta?

El tiempo en este momento

Loading...
Organice su viaje con nuestros socios La Valeta
Transporte
Alojamiento y estancias
Servicios / Presencial

Encuentre ofertas de estancias únicas con nuestros socios

Fotos e imágenes La Valeta

Boîtes aux lettres britannique à La Valette. Janis Janums - Shutterstock.com
<i>La Décollation de saint Jean-Baptiste,</i> un tableau du Caravage conservé dans la co-cathédrale Saint-Jean. Ettore Venturini - Iconotec
La Valette depuis le clocher de Saint-Jean. Ettore Venturini - Iconotec
Tombes des chevaliers dans la cathédrale Saint-Jean. Ettore Venturini - Iconotec
Enviar una respuesta