IGLESIA DE SAN PABLO

Al final de la explanada se encuentra el edificio más visible e imponente de Floriana: la iglesia parroquial de San Publio. Fue construida en honor a Publio, gobernador de Malta en la época romana. Este último había sido convertido al cristianismo por San Pablo, entonces prisionero, en el año 60 d.C. Más tarde se convirtió en el primer obispo de Malta y murió como mártir en Atenas. Fue elegido como patrón por el pueblo de Floriana que decidió construir una iglesia. La primera piedra fue puesta en 1733 por el Gran Maestro A. de Vilhena. La nave no se completó hasta 1792. En 1844 Floriana se convirtió en una parroquia. Se añadieron dos nuevas alas, así como el pórtico con columnas en 1890. La iglesia también tiene una cúpula y dos campanarios que albergan seis campanas, la más grande de las cuales fue fundida en Nápoles. El edificio fue severamente dañado durante la Segunda Guerra Mundial y fue rápidamente restaurado a su apariencia original gracias a una reconstrucción casi inmediata. Su fachada está compuesta por un pórtico neoclásico coronado por un frontón triangular, y una estatua de Cristo se encuentra en la parte superior de la fachada. En el interior hay un retablo de Antoine de Favray, completado por su alumno Filippo Vicenzo Pace, que relata el martirio de San Publio. Otras pinturas representan el naufragio de San Pablo y su estancia en la isla. También se puede admirar la estatua de San Publio, que data de 1811 y obra del escultor Vincenzo Dimech, que se lleva durante la procesión anual.