Guía de viaje Grutas Bts Sof Omar

Sof Omar, con sus 15 km de galerías exploradas, es con diferencia la cueva más importante de Etiopía. Catalogada por primera vez a finales del siglo XIX, ha sido explorada por numerosas expediciones, principalmente británicas y suizas. Pero el dominio subterráneo de Etiopía aún está por descubrir. La principal zona calcárea, susceptible de contener simas y cuevas, se extiende desde la carretera de Dire Dawa a Addis Abeba, en el norte, hasta el macizo de Bale, en el sur. La zona por explorar es inmensa. Desde hace algunos años, expediciones de espeleólogos de Etiopía, Italia, Reino Unido y Francia catalogan sistemáticamente cuevas y simas. El dominio subterráneo inventariado corresponde a 37,5 km de galerías (incluidos los 15,1 km de Sof Omar). Pero aún quedan cientos de kilómetros de galerías y cuevas por descubrir. La región y las orillas del río son un buen lugar para observar la vida animal, con monos, kudus, dik-dik, tortugas y reptiles, así como numerosas especies de aves y mariposas. Merece la pena combinar la visita a las cuevas con el mercado de Sof Omar, que se celebra los sábados.Una advertencia. Muchas de las cuevas albergan grandes colonias de murciélagos, cuyo guano puede causar histoplasmosis. La histoplasmosis es un hongo microscópico que afecta a los pulmones cuando se inhala. Cualquier incursión en las cuevas, aunque sea de dimensiones modestas, requiere protección con mascarilla.Cueva de Sof Omar. Actualmente es la única cueva abierta a los turistas. El pueblo de Sof Omar se extiende a lo largo de las gargantas del río Web, que aquí se pierde en un laberinto subterráneo formando la mayor red de cuevas naturales del continente. En la caliza blanca, la erosión ha modelado un formidable complejo de imponentes pórticos, majestuosas cámaras, arcos y pilares, una auténtica catedral natural donde el sonido del río se suma a la atmósfera ya de por sí hechizante. La red de galerías se extiende a lo largo de 15 km, con 42 pasadizos que requieren equipo de espeleología para explorarlos en su totalidad. Sin embargo, un paseo de una hora permite descubrir parte del complejo subterráneo, incluidas la "gran cúpula" y la "cámara de columnas", entre el puente natural de Ayyo Mako y la resurgencia de Hulluqa. Sorprendentes esculturas rupestres, como la "alfombra Sof Omar", se extienden a lo largo del cauce. Aunque es imprescindible un guía, no dude en negociar el precio (100 birr parece un precio razonable, pero los guías rara vez hablan bien inglés).Además de su gran belleza natural, el lugar es también uno de los centros del Islam etíope. Fue aquí donde el jeque Safiyullah Omar (Sof Omar) encontró refugio en los primeros tiempos del Islam, antes de que la nueva religión se extendiera por toda la región de Bale. Aquí, sin embargo, los ritos animistas inmemoriales que veneran a los espíritus subterráneos se mezclan con el culto musulmán en memoria del santón y, durante las peregrinaciones, numerosas ofrendas paganas se acumulan a la entrada de las cuevas.